Opinion

La terrible síntesis del “esto” | por Termópilas

Tal vez en esa palabra se encierre el gran drama de La Argentina. Parece una exageración. Me dirán que el problema del país es mas basto y complejo que estas cuatro letras. Honestamente, quisiera que fuera así, más complejo. Pero creo que hemos llegado a la síntesis. A esta terrorífica síntesis.

Esto: una Palabra, cuatro letras.

Que simple, descarnada y rotunda síntesis!

Tal vez en esa palabra se encierre el gran drama de La Argentina. Parece una exageración. Me dirán que el problema del país es mas basto y complejo que estas cuatro letras. Honestamente, quisiera que fuera así, más complejo. Pero creo que hemos llegado a la síntesis. A esta terrorífica síntesis.

“Ayudame a subir esto

Cómo me dio vuelta esa frase. Me taladró la cabeza. La leía y releía en las noticias y en los relatos y me indignaba. Y más me indignaba que se repetía sin que a nadie molestara.

Sólo una línea de “la testimonial”. Dicha hasta sin culpa. Leída hasta sin énfasis. Comentada como un tecnicismo.

No era ella, ni siquiera esta, no. Era esto.

Cuanta barbarie!

Dicen que dicen que dijo Cesar Sena, el presunto asesino de Cecilia o uno de ellos, allá en el Chaco. La crónica periodística da cuenta que, Obregón, su chofer, así declaró. Ayudame a subir esto. También que vio un bulto, que le pareció un cuerpo. La madre también.

Mucha gente veía esto. Nadie veía a alguien. A esto había que sacárselo de encima, era molesto e inservible. Esto podía atentar contra “la causa”.

El gobierno de Chaco o su gobernador, el tal “Coqui”, dice que esto es un caso policial. Sin duda. Que no guarda relación con la política, todas las dudas. Es más, la certeza de que guarda una estrecha e intrínseca relación.

Se supone que la acción de los “Movimientos Sociales” está justificada por su empatía con los necesitados. Que son un medio para que el Estado, tan desaprensivo, pueda llegar a los humildes. Que los mueve su profundo humanismo. Que tienen una gran sensibilidad social.

Eso es el discurso.

Pero resulta que sus líderes, los empleados de estos, ven a los demás como bultos o cosas, como esto.

Eso son los hechos.

Si son cosas no es tan importante su vida. Y mucho menos su salud, sus necesidades. Sus viviendas.

Juntemos muchos esto para conseguir más recursos. Y que vengan con los estitos, los pequeños, así la poli no nos puede reprimir y de paso hacemos número.

Les tiramos un hueso. Los maderos de San Juan…[1] (o los cerdos de Emerenciano)

Es lo importante, conseguir recursos para la causa y sobre todo para los jefes de ella.

Pero volvamos a esto.

Cuántos esto en nuestra historia.

Atrás, se esconde poder, soberbia, sobre todo codicia y una desgarradora e irritante hipocresía.

Dicen que dijo Sarmiento “Las ideas no se matan”. Hubiera sido mejor que dijese que no se matan los hombres. Porque por imponer ideas decrepitas e inconducentes, hace mucho que se vienen matando muchos hombres. (Así, en inclusivo, ni hombros ni hombras. Hombres, varones y mujeres y también niños).

Dicen, cuántas cosas dicen, que cuando el capitalismo descubrió el salario, abolió la esclavitud, porque le resultaba más barato.

A los políticos y al poder del dinero les pasa lo mismo con los “movimientos sociales”, les sale más barato. Que ellos se ocupen de esto. Les tiremos un hueso. Los maderos de San Juan…

Y si todavía encima hay que ponerse a gobernar, dejar de enriquecerse, generar empleo, brindar educación. A ver si todavía encima se vuelven libres y no nos elijen más. No, nada de eso, a estos nada. Si son sólo esto.

Así la izquierda tiene con que justificar su “revolución”, si ellos también los necesitan a estos. Sin estos cómo van a mantener sus privilegios del estado.

Pero cuidado, no son sólo los humildes y olvidados, esto. Todos nos hemos ido convirtiendo en esto.

¿Qué habrá visto la madre del actual Ministro del Interior, cuando puso la bomba y mató con ella a una niña de 15 años? Esto. Y el “tigre Acosta” en la ESMA cuando torturaba, esto.

Que ven los sicarios del narcotráfico y sus jefes y los jefes de los jefes, esto.

Las ideas no se matan, esto sí. Con las ideas se amasan fortunas y se reciben pleitesías.

Esto sólo sirve como masa crítica, como volumen escenográfico.

Esto es la pérdida de la dignidad humana.

Otros más sutiles o más cobardes, lo llaman “la gente”, no se animan a decir esto. Pero nos miran como esto.

Esto, todo esto que he intentado sencillamente describir, es una tragedia. Es nuestra tragedia.

Hemos llegado a la síntesis. Nos han sintetizado como esto.

Lo único que al respecto podemos hacer, es recobrar la dignidad de ser alguien. Y de ver en los otros a alguien.

Dejemos de aceptar que estos, nos vean, nos traten y nos maten como a esto.

Era Cecilia.

Y como creo en la vida eterna, creo que lo sigue siendo.

Esto es todo.

Termópilas (uno solo volvió con la noticia)


[1]Aclaración para las jóvenes generaciones: se refiere a un antiguo cantar popular que rezaba así, “…los maderos de San Juan, piden pan, no les dan. Piden queso, les dan hueso y les cortan el pescuezo…”

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