Liturgia de la palabra

El amor de Dios y el nuestro | Padre José Antonio Álvarez

La Sabiduría se manifiesta y nos hace ver cómo todo, absolutamente todo, es obra del amor de Dios y un regalo para nosotros. No un regalo impuesto, sino una ofrenda entregada a nuestra libre administración. Podemos usarlo bien o mal. Un gran reto para nosotros y no vale mirar lo que otros hacen, sin antes convertir el propio corazón.


Dios, que nos dio sus bienes, su amor y la libertad, nos acompaña, nos busca, nos espera. La palabra “convertirse” significa cambiar de rumbo. Zaqueo, vio a Jesús y pasó de rico corrupto a justo y generoso, por amor. O mejor dicho, por reconocer el amor con que Dios le amaba, cuando recibió a Jesús en su casa.


Recibir a Jesús que viene. Se dice fácil, pero requiere conversión. Aquel publicano entendió que sus obras debían agradecer el amor recibido, debía darse todo por el verdadero y eterno amor. Cada día debemos imitar la conversión de Zaqueo. Cambiar nuestras injusticias por amor que obra con generosidad y solo por reciprocidad al Amor que nos busca, para ser siempre y solo en Él.

Mostrar más

Deja un comentario

Botón volver arriba