Desde el Consejo Pastoral de la Catedral San Rafael Arcángel, difundieron una nota llena de agradecimientos por el acompañamiento del Padre Pancho.
En la nota, además, destacan la asistencia espiritual del Vicario General de la Diócesis durante los 38 años que acompañó a la comunidad.
“En nombre de los laicos de la Comunidad de San Rafael, grupos, Movimientos, instituciones, amigos…, queremos dar gracias a Dios por regalarnos 38 años la presencia y acompañamiento de un amigo, padre, hermano y pastor… nuestro querido Padre Pancho! Realmente un pastor con olor a ovejas!
Que cursó sólo el seminario, porque sus doctorados los realizó en cada casa que visitaba, junto a la problemática de cada familia, asistiendo a jóvenes, novios, matrimonios, a sus hermanos sacerdotes, a toda persona que se le acercaba y sobre todo viendo al Cristo sufriente en los más necesitados! Siempre estaba allí, cercano a todos!
Fue nuestro Cura Brochero sanrafaelino, que en su bicicleta _”Malacara”_ llegaba en horas y a lugares impensados!
Si cada sanrafaelino escribiera algo muy pequeño, sobre el paso del padre Pancho por sus vidas, creo que nos faltaría tiempo para recopilar y transcribir tanto Amor entregado!
Bastaba mirarlo a los ojos, escuchar su voz, aún a veces enojado, para descubrir que su alma tenía un íntimo trato con el Señor! Que se había consustanciado con Él, y era el mismo Dios que nos hablaba y nos miraba!
Qué perdida y qué ganancia! Estamos sufriendo porque hoy ya no está físicamente entre nosotros, pero también sabemos que hemos ganado un Santo, que desde el Cielo nos seguirá cuidando e intercediendo por todos y cada uno de nosotros! Que ya está al lado del Padre; de su amado Jesús, sintiendo el fuego del Espíritu Santo en un sólo Amor Trinitario. Que María con su ternura ya está abrazando a su hijito amado!
¿Qué nos deja hoy su vida entre nosotros? Si él pasó haciendo el bien, si respondió a María con un sí, cuando pidió _”hagan lo que Él les diga”_ hagamos nosotros lo mismo: Vivamos amando como él amó y un día volveremos a encontrarnos!
Un cura que porque entendió el Evangelio y lo hizo vida, ya está gozando de la Promesa: La Jerusalén Celestial!
_”Señor, haz nuestro corazón semejante al suyo, que fue semejante al Tuyo. Amen”_
