Espiritualidad

Así fue la vida de santo Tomás Moro, un gran defensor de la fe… ¡y un hombre de muy buen humor!

Hoy celebramos la memoria de santo Tomás Moro. Por eso, compartimos contigo algunos datos acerca de este gran humanista, escritor y patrono de los políticos, que vivió entre los años 1477 y 1535.

Su formación y obras

tomás moro

Tomás Moro estudió en la Saint Anthony School antes de comenzar a estar al servicio del cardenal y arzobispo de Canterbury. Realizó sus estudios superiores en la Universidad de Oxford, para luego, al regresar a Londres, estudiar derecho en el Lincoln’s Inn.

Este gran hombre supo tener una brillante carrera profesional y política, su interés literario, y su vasta cultura humanística le valió la admiración de Erasmo de Rotterdam, con quien construyó una gran amistad.

Fue reconocido como hombre de gran sabiduría, reformador, amigo de varios obispos. Una de sus obras más destacadas es la llamada «Utopía», lo que atrajo la atención del rey Enrique VIII, quien lo hizo canciller en 1529.  

Se destacó por dedicar su vida a escribir sobre todo en defensa de la Iglesia. 

En su defensa de la unidad de la Iglesia, manifestaba su pensamiento diciendo:

«Si me distraigo, la Eucaristía me ayuda a recogerme. Si se ofrecen cada día oportunidades para ofender a mi Dios, me armo cada día para el combate con la recepción de la Eucaristía. Si necesito una luz especial y prudencia para desempeñar mis pesadas obligaciones, me acerco a mi Señor y busco Su consejo y luz».

Dentro de sus obras más destacadas están, «Un diálogo de la fortaleza contra la tribulación», en el cual dos personajes, Antonio y Vicente, uno anciano y el otro joven, dialogan ante una eminente invasión turca de los peligros y adversidades que han debido sobrellevar los cristianos perseguidos por su fe dentro y fuera de Inglaterra. Y «La agonía de Cristo», obra inconclusa sobre la pasión del Señor. 

Mártir de la fe 

Moro fue un testigo de fidelidad a la propia conciencia, porque por desaprobar el nuevo matrimonio de su rey fue condenado a muerte acusado de alta traición.

Ante la inminente división de la Iglesia, este santo se dispuso a defender la unidad. A pesar de todo, hizo todo lo posible por no perder nunca el buen humor. 

«Oración del buen humor», de santo Tomás Moro

Te comparto en esta ocasión su «Oración del buen humor», que el Papa Francisco reza diariamente: 

«Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.

Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar
lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.

Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama Yo.

Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.

Así sea»

En 1935, en la canonización de Santo Tomás Moro, se dijo: 

«Este hombre, aunque no hubiera sido mártir, que lo fue, bien merecía que lo canonizaran, porque su vida fue un admirable ejemplo de lo que debe ser el comportamiento de un servidor público: un buen cristiano y un excelente ciudadano».

Que a ejemplo de este memorable hombre de fe, luchemos diariamente por la unidad de la Iglesia y la defensa del Evangelio.

Fuente
https://catholic-link.com/
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