“Comida y amor, mucho amor” así podría describir lo que observé durante estos dos años cada vez que fui a cubrir alguna actividad del Merendero San José.
Y este último jueves fui porque celebraban dos años, más de 48 jueves creyendo firmemente en la providencia de San José “Sabemos que la providencia actúa a través de diferentes instrumentos como muchas personas que hacen donaciones. La prueba más grande del amor de San José y de Dios lo vemos cada jueves ya que nunca nos ha faltado comida para los pequeños. Jamás abandona a sus hijos y vemos su amor por los pequeños”, expresó Teresita Diaz, fundadora del merendero católico.
En estos años los voluntarios se encontraron con diferentes historias, las de cada pequeño que llegaba a la Iglesia de Luján en busca de una merienda y volvían a su casas con alimento material, espiritual y una dosis de amor. “Parecen más que dos años pasando muchas cosas, pero ha sido un gran aprendizaje. Hubo jueves más duros que otros; jueves que nos íbamos con lágrimas en los ojos ante realidades durísimas que viven los chicos de la zona”, contó Teresita a De Buena Fe.
“Tratamos de ponerle un tinte de amor disfrazando una cruda realidad que ellos no deberían vivir como venir a comer a la iglesia porque en su casa no tienen que comer”
Estos dos años no hubiesen sido posible sin la ayuda de todos los que colaboraron. “Pudimos celebrar cumpleaños, entregar útiles escolares, kits de higiene, bolsas de alimentos, ropa y calzado. Todo gracias a las donaciones recibidas. Estamos agradecidos a todos los que nos han ayudado cada jueves en estos dos años”, concluyó Diaz.
