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Monseñor Taussig: “Sigamos a Jesús con nuestra oración, servicio y paciencia”

La ceremonia del Domingo de Ramos comenzó a las 11 h. con la bendición de los mismos al costado derecho de la imagen de San Rafael Arcángel. Allí el obispo bendijo los ramos que luego la comunidad podrá retirar cuando la catedral así lo disponga.

La actitud paciente y servidora de Jesús

En su homilía, Monseñor centró la atención de los televidentes hablando de Jesús paciente y servidor. “Jesús paciente que asume todo su camino hacia la cruz con mansedumbre, humildad y paciencia. La paciencia es la virtud que nos ayuda a soportar el mal que nos acecha con serenidad y esperanza”. “Y Jesús lo muestra”-continuó- “desde que lo apresan en el huerto, ante cada una de las autoridades, ante cada uno de los latigazos, la corona de espinas, los clavos, el lanzazo…hasta entregar su Espíritu”.

Monseñor se refirió a la actitud de Jesús como servidor, aquel “que se preocupó por los demás”. “Toda las pasión es la entrega de amor para redimirnos”, aseguró Taussig.

“Lo mira con ternura a Pedro que lo había negado y logra su conversión. Mira a Pilatos con lastima porque no se juega por la verdad. Mira a las otras autoridades que lo están acusando injustamente y al pueblo que pide su crucifixión. Y pide al Padre «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34)”.

Estas dos actitudes, dice Monseñor, se expresan y se explican por ese dialogo que tenia con su Padre. “Ese diálogo permanente del cual, como en chispazos nos deja entrever algunos momentos: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mt 27, 46) “Padre Todo está cumplido (Jn 19, 30)” “Ese vínculo filial con Dios su Padre es el que sostenía toda su entrega hasta la muerte , hasta el sepulcro. Más aún, hasta la resurrección”.

Acompañar a Jesús

“En esta Semana Santa estamos invitados a acompañar a Jesús”, dice Monseñor Taussig y explicó cómo podemos hacerlo:

“Primero con nuestra oración filial, orando a Dios, orando a nuestro Padre. Muchas veces en la vida cotidiana nos excusamos diciendo que no tenemos tiempo para rezar, hoy nos sobra el tiempo”.

Monseñor recordó a San Juan Pablo II, cuando visitó Argentina y les dijo a los consagrados “El que dice que no tiene tiempo para rezar en realidad lo que no tiene es amor”. “Y por eso”,- dijo Monseñor – “pongamos mucho amor en estos días que tenemos tiempo. Que nuestra oración se haga presente. ¿Cuántas horas gastamos en las pantallas? ¿Cuánto vamos a invertir en orar a Dios?”, preguntó.

Una actitud de servicio y paciencia

En segundo lugar el obispo diocesano invitó a que pidamos nosotros también la actitud de servicio y paciencia que tuvo Jesús. “De pensar ante todo en el bien de los demás, de ponernos con actitud generosa a disposición y tomando la iniciativa para buscar lo mejor para quienes compartimos estos días de encierro. Y pidamos también la fortaleza de la paciencia para soportar todas las mortificaciones en comodidades y todo lo que nos hace sufrir tenernos que quedar en casa. Esto será también imitación y ofrenda a Jesús, y como Él pidamos”.

Pedir por los afectados de coronavirus

Monseñor Eduardo María se tomó unos minutos para reflexionar sobre la pandemia. Dijo que esta Semana Santa es un tiempo especial “para pedir e interceder por los que ya están afectados o contagiados,por los que han muerto y sus seres queridos, por los que han muerto en soledad. Por aquellos que están sirviendo como son los médicos, enfermeras, todo el personal sanitario y del bien común. Por nuestros seres queridos, nuestras familias, abuelos, por aquellos que están más expuestos”. 

“Que nuestra súplica expresada en el rezo del Rosario se una a la de Jesús para interceder ante el Padre y obtener que esta Semana Santa sea muy fecunda para todos. Sigamos a Jesús con nuestra oración, paciencia, nuestro servicio, oración e intercesión”.-

 

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