Sociedad

Seis misioneros argentinos fueron enviados a la Amazonía peruana

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, presidió en la mañana de este domingo, en la catedral metropolitana de Buenos Aires, la misa de envío de seis misioneros argentinos que parten hacia la Amazonía peruana.

Junto con dos misioneros más que ya fueron enviados, los argentinos desarrollarán su misión en el vicariato de Puerto Maldonado, en el marco del proyecto “Iglesia argentina, Amazonía es tu misión”, impulsado por Obras Misionales Pontificias Argentina con el apoyo de la Conferencia Episcopal.

Concelebraron la Eucaristía el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMcap; el obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Jorge Torres Carbonell; el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ; el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Alejandro Giorgi; el padre Jerzy Marian Faliszek SVD, director nacional en la Argentina de las Obras Misionales Pontificias (OMP) y sacerdotes vinculados a la misión.

En su homilía, monseñor Ojea expresó la inmensa alegría que significa para la Iglesia en este envío misionero “a estos misioneros que también manifiestan por ser la mayoría mujeres, laicas, matrimonios, religiosas, sacerdotes, la diversidad de los carismas de nuestra Iglesia”.

Dirigiéndose a los misioneros, el obispo de San Isidro expresó: “Ustedes han vivido un encuentro profundo con Jesucristo, y eso hizo posible que el Señor le contagiara a cada uno de ustedes su ardor misionero”. 

“Nosotros sabemos, como nos enseña Aparecida, que la vida se acrecienta dándola, y se debilita en el aislamiento y en la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la comodidad de la propia orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás, cruzando a la otra orilla”, advirtió.

En ese sentido, les pidió: “Nosotros vamos con ustedes, llévennos. Tienen todo el respaldo de la comunidad de la Iglesia argentina, que también quiere enriquecerse con ustedes, porque sabemos que al enviar misioneros, obtenemos una enorme riqueza para nuestras diócesis y para nuestras Iglesias particulares. Llévennos con ustedes, nosotros vamos a estar con ustedes, siéntannos muy cerca”, exhortó.

“Al enviarlos a esa región, que es como un pulmón del mundo, pero que se encuentra en una crisis gravísima, la Iglesia argentina sabe que va a recibir a través de ustedes, que responden valientemente a este llamado del Espíritu, muchos bienes”, aseguró monseñor Ojea.

Por eso, en nombre de la Iglesia, deseó “de todo corazón, que sean muy felices respondiendo a este llamado, que puedan experimentar aquella alegría de la que nos hablaron nuestros obispos en Aparecida”. 

“Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona, haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos pasó en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y con nuestras obras, es nuestro inmenso gozo”, sostuvo. 

“Que la Virgen misionera, que supo recibir en su corazón la Palabra de Dios, porque estuvo siempre abierta a ella, que supo además guardarla en su corazón, meditarla y rumiarla, que supo también ponerla en práctica y llevarla a su prima Isabel para dar testimonio del amor de Dios, los acompañe en cada paso que van a dar, para que puedan vivir este inmenso intercambio de bienes que sólo la Iglesia es capaz de darnos como una fuente constante de nuestra alegría vivida en profunda comunión”, concluyó.

Los obispos presentes, en nombre de la Iglesia argentina, dieron luego el envío misionero a Claudia Novarino, Flavia Cuadro, hermana Sara Dalzotto, María Celeste Pereyra, y el matrimonio de Alejandra Aqueveque y Néstor Castro, hacia el Vicariato de Puerto Maldonado.

 

Fuente: Aica

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