Sociedad

Nos preguntaron de dónde sacamos la esperanza

Quizás pensaron que teníamos la esperanza puesta en modas, en un color político o en algunas caras lindas de la farándula. O en intereses personales o económicos. Si allí estuviera, hoy no tendríamos razón de ser y nada más por hacer. Venimos a recordarles dónde está puesta esa esperanza que es inherente a nuestra causa, la vida humana desde su estado primero y más vulnerable.

Hoy, una simple mayoría circunstancial de nuestros representantes se negó a proteger el más básico de los derechos: el derecho a vivir. El aborto mata a un ser humano inocente y condena a su madre a un dolor que dura toda la vida. Ninguna ley cambia esa realidad. Eso estaba claro desde el principio para nosotros. Somos mayoría en la Argentina quienes luchamos para que el aborto sea no solo ilegal, sino impensable. Duele, duele mucho la ignorancia y la indiferencia de quienes decían representarnos.

Pero sabemos que esta ley que destruye vidas y persigue a profesionales de la salud no tiene nada que ver con el sentir general de nuestra nación. Somos un país generoso, una tierra que recibe la vida como viene, un cuerpo con los brazos abiertos para los más vulnerables, una casa de corazones enormes y una mesa donde siempre hay lugar para uno más. Eso es Argentina. Y por eso, hoy les respondemos que los argentinos son nuestra esperanza. Lo sos vos, quien nos leés en este momento, quizás con el alma estrujada y la cabeza algo confundida, pero con el corazón latiendo fuerte a la espera de estar, de ayudar, de acoger al necesitado y de defender la vida para siempre.

¿Puede una votación eliminar derechos? Los derechos humanos son inherentes a la persona y ninguna ley los puede hacer desaparecer. Si nuestros gobernantes decidieron despojar a los más vulnerables de esta protección tan primaria, serás vos y seremos el resto de los argentinos quienes hablemos bien alto en el lugar de aquellos indefensos a quienes les han quitado hasta la voz.

Esto no está perdido, esto recién comienza. Porque la batalla por la vida no se pierde nunca.

La vida siempre gana.
Y ahí está nuestra esperanza.

Fuente: Frente Joven Argentina

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