Todo preparado…
dispuesta la mesa…
hermosos colgantes
que adornan la puerta.
Ya todo está listo…
la familia entera…
se escuchan las risas,
y el aire es de fiesta.
Adornos brillantes…
abundante cena…
la magia que invita…
la casa está llena.
Y no veo al Niño…
nadie se dió cuenta…
todos reunidos
festejando a ciegas.
La noche se acorta…
la hora está cerca…
y no fué invitado,
aquel que naciera,
para darnos vida…
y una vida nueva.
Hay muchos abrazos,
con lágrimas secas…
brindis y emociones
que buscan repuesta.
Navidad sin Niño !
sonámbula idea,
de buscar motivos,
para Noche Buena.
Adónde está el Niño,
si no está en la mesa ?
almas distraídas,
que ya no lo esperan.
Se busca la paz,
el perdón, la entrega…
y el amor es clave,
y el reencuentro acerca.
Pero no está el Niño…
nadie se da cuenta…
y reina el olvido,
entre tanta tibieza.
Nieve dibujada
y trineos a cuerda…
cascabeles mudos
que ya no resuenan.
Despertemos todos !
que exulte la tierra !
el Niño se acerca,
encendamos velas !
Jesús está pronto
y sigue una esttella
que busca tu alma,
para noche buena.
Alcemos las copas…
brindemos con fuerza…
seámos pesebres
de tanta grandeza.
Corazones llenos !
Navidad Eterna !
paz, amor y gozo…
que nadie se duerma !
Es ésta la noche,
de la buena nueva…
pongamos al Niño…
traigamos su cuna,
junto a nuestra mesa.
( Mario Gorri)