Sociedad

Malvinas: El capellán recordó la protección de la Virgen de Luján

En el cuadragésimo aniversario, el padre Vicente Martínez Torrens SDB, capellán del Ejército Argentino durante la Guerra de Malvinas, recordó con esperanza la protección de la Virgen de Luján y dialogó sobre “la guerra que continúa hoy”. 

Actualmente, el padre Martínez Torrens está incardinado en la diócesis de Alto Valle del Río Negro, y en agosto de este 2022 cumplirá 52 años como sacerdote al servicio del obispado castrense. 

Por entonces, apenas recibió el pedido de acompañar a las Fuerzas Armadas en Malvinas, a sus 42 años, el padre Vicente no vaciló un segundo. El 3 de abril de 1982 ya se encontraba en las islas, y tenía mucho trabajo del que ocuparse: la Semana Santa en medio de la guerra. 

Desde ese momento, ni un solo día dejó de celebrar misa, aún en medio de bombardeos. Incluso, organizó procesiones sabiendo que venían aviones enemigos sobre su posición: “Nosotros le hicimos frente con una procesión, llevando nuestra Virgen de Luján y cantando ‘Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás’”, recordó el capellán. 

Luego, testificó: “Gracias a esa protección, nos tiraron ahí en la pista 120 mil kilos de explosivos y no tuvimos un solo muerto en nuestra posición”. 

Esta imagen de la Virgen de Luján, que acompañó a los combatientes en Malvinas, fue restituida a la Argentina por los ingleses en octubre de 2019, y recibida por el mismo padre Vicente.   

En su estadía de 74 días en las islas como acompañante espiritual, el capellán constató que “todo hombre, frente a las situaciones límites, está predispuesto para invocar a Dios y vivir muy unido a Él”. Y expresó que “allí, la fe se vivió realmente. Fueron cristianos prácticos: de misa, comunión y confesión”. 

El sacerdote comentó que pudo otorgar muchos sacramentos: primeras comuniones, bautismos, confirmaciones; y ser testigo de conversiones a la religión católica, en especial, por la búsqueda de una Madre, la Virgen María. 

Por otro lado, el padre Martínez advirtió que “estos años vemos que la guerra continúa, porque en muchas provincias todavía no se le tiene reconocimiento al veterano”. Y aclaró: “No al excombatiente, porque seguimos combatiendo por el esclarecimiento de muchos conceptos que se toman tergiversados”. 

En ese sentido, agregó: “No tenemos que recuperar la soberanía, la tenemos. Nunca la perdimos. Lo que tenemos que recuperar es la posesión plena, y el usufructo de las riquezas ictícolas que hay en nuestros mares adyacentes y también el desarrollo de aquella población a la que respetamos, pero como extranjeros en suelo argentino”.  

También se refirió al día del Niño por Nacer, que se celebró el pasado 25 de marzo y exhortó: “Reivindiquemos toda vida, porque nosotros no fuimos a matar, fuimos a defender nuestras islas, pero también la vida de los que estaban allá. Y esa fue una de las primeras condiciones; no causar derramamiento de sangre en ninguno de los habitantes de la isla”.

Sin embargo, manifestó que “sí se derramó la nuestra, como el 2 de abril la de Pedro Giachino (primer caído en combate), y con él la de 649 héroes. La trinchera fue el útero de una madre. Cuidémonos, cuidemos la vida, en todas sus formas”. 

Para concluir, afirmó que para él fue un honor acompañar sacerdotalmente a jóvenes, que en ese momento tenían entre 18 y 25 años, y reconoció que “guarda a cada uno de ellos en el corazón”. Al día de hoy, el padre Vicente continúa en contacto con los veteranos, y lucha por el reconocimiento de la soberanía y los héroes de Malvinas.

 

Fuente: Aica

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