Sociedad

Escuelas rurales hacen un gran esfuerzo para llegar a cada hogar

A partir de la suspensión de clases presenciales a mediados de marzo por la pandemia COVID-19, la Dirección General de Escuelas (DGE), a través de la Dirección de Alimentación Escolar, elaboró un plan ante la imposibilidad de continuar con las prestaciones alimentarias compuestas de alimentos frescos y secos que tradicionalmente eran enviadas a los establecimientos educativos para su preparación.

Para ello, se adoptó una modalidad compuesta por alimentos secos enviados mensualmente en forma de módulo alimentario (bolsón) a los alumnos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad socioeconómica. 

El director de Alimentación Escolar, Franco Pulido, remarcó que se asiste mensualmente con alimentos como leche, azúcar, aceite, fideos, arroz, etc., a más de 100.000 alumnos (105.000 para el mes de agosto y se estima que 110.000 para el mes en curso) de todos los niveles educativos en 1.471 establecimientos educativos de toda la provincia con una inversión que supera los 100 millones de pesos por mes.

Luciana Núñez, una de las mamás que se acercaron hasta una escuela de Lujan,  para retirar el bolsón y material pedagógico para su hijo que cursa el primer año, agradeció el esfuerzo que hace el equipo docente para que los chicos puedan aprender bien a pesar de la pandemia. Sobre esto expresó que al comienzo fue más fácil, pero cuando transcurrieron los meses, su hijo comenzó a estar más decaído. “Estamos con toda nuestra familia ayudando y acompañándolo, dándole ánimo para que siga estudiando. Usamos el celular y las fotocopias para las tareas”, contó.

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