Sociedad

El Papa convoca a un “Año de San José”

En el trasfondo de la Carta apostólica, está la pandemia de Covid-19 que -escribe Francisco- nos ha hecho comprender la importancia de la gente común, de aquellos que, lejos del protagonismo, ejercen la paciencia e infunden esperanza cada día, sembrando la corresponsabilidad. Como San José, “el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta”. Y sin embargo, el suyo es “un protagonismo sin igual en la historia de la salvación”.

El pontífice publicó además un decreto que establece una indulgencia plenaria especial para todos aquellos que celebren el aniversario “en las ocasiones y en la forma” indicada por la Penitenciaría Apostólica.

El decreto sobre la indulgencia explica que Pío IX confirió a San José el título de “patrono de la Iglesia universal”, “movido por las circunstancias graves y lúgubres en las que una Iglesia se ve acosada por la hostilidad de los hombres”.

La carta de Francisco recuerda el “papel central de José en la historia de la salvación, tanto es así que después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio papal como José, su esposo”.

“Cuántas personas ejercen la paciencia e infunden esperanza cada día, cuidando de no sembrar el pánico sino la corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros hijos, con pequeños y cotidianos gestos, cómo afrontar y atravesar una crisis reajustando hábitos, mirando hacia arriba y estimulando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos”.

San José es el modelo por excelencia de este servicio discreto:

“Todos pueden encontrar en San José, el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia cotidiana, discreto y oculto, intercesor, apoyo y guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos aquellos que aparentemente están ocultos o en la ‘segunda línea’ tienen un protagonismo inigualable en la historia de la salvación“.

A continuación, la Carta sigue varios capítulos dedicados a diversos aspectos de la figura del santo: “Padre amado”, “Padre en la ternura”, “Padre en la obediencia”, “Padre en la acogida”, “Padre con valor creativo”, “Padre trabajador“, ”Padre en la sombra“. 

“El mundo necesita a los padres, rechaza a los maestros, es decir, rechaza a quienes quieren utilizar la posesión del otro para llenar su propio vacío; rechaza a quienes confunden autoridad con autoritarismo, servicio con servilismo, enfrentamiento con opresión, caridad con bienestar, fuerza con destrucción”, afirmó Francisco.

“Ser padre significa introducir al niño a la experiencia de la vida, a la realidad. No lo retengas, no lo aprisiones, no lo poseas, sino hazlo capaz de opciones, de libertad, de partidas. Quizás por eso, junto con el apelativo de padre, la tradición también ha colocado el de “muy casto” a José. No es una indicación meramente afectiva, sino la síntesis de una actitud que expresa lo contrario de la posesión”.

Finalmente, Francisco sugiere que se dirija una oración a San José:

Salve, guardián del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo;
en ti María puso su confianza;
contigo Cristo se hizo hombre.

Oh Beato José, muéstrate también como padre para nosotros
y condúcenos en el camino de la vida.
Obtén para nosotros gracia, misericordia y valor,
y defiéndenos de todo mal. Amén.

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