El 19 de agosto, este hogar para madres embarazadas abrió las puertas como una inicitaiva renovada tras el fallo Dobbs vs. Mississippi, que anuló el derecho federal al aborto otorgado por Roe v. Wade hace casi 50 años.
Los legisladores del California, donde se encuentra la casa, planean recibir a las mujeres que quieran abortar -provenientes de estados donde el aborto esté prohibido- y costearles todos los gastos.
El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles estimó que unas 5,000 mujeres no tienen hogar en algún momento durante sus embarazos en el condado. Pero en la ciudad de Los Ángeles, según los informes, solo hay 70 camas de refugio para mujeres embarazadas y en crisis.
Por esta razón, este hogar para madres embarazadas que responde a la iniciativa de la Arquidiócesis de Los Ángeles y Harvest Home, es una apuesta por la cultura de la vida. Pretende ofrecer una alternativa a todas las mujeres para que puedan dar a luz a sus pequeños.
Sarah Wilson, directora ejecutiva de Harvest Home, dijo que la casa “es un regalo más allá de lo que podríamos haber imaginado”.
“Harvest Home se encuentra en la brecha para brindar vivienda vital y servicios críticos a estas mujeres embarazadas que están en crisis y tienen pocas opciones de vivienda y apoyo”, dijo Wilson.
Pico Home, como se llama este hogar, ofrece lo que el personal llama “atención integral”, que va más allá del refugio e incluye cosas como lecciones de cocina y asesoramiento para las madres solteras.
El Arzobispo Gómez dijo que estaba contento de ver los frutos de la colaboración en persona, calificándolo como “un hermoso trabajo de compasión y cuidado por nuestros vecinos más vulnerables.
“Sigamos orando por estas mujeres y sus hijos y sigamos comprometiéndonos a construir un Los Ángeles donde cada vida sea apreciada y protegida”, agregó.
