José Gabriel Brochero pasó a la historia como el “Cura Brochero”, o el “pastor Brochero”. Es el primer santo que nació y murió en Argentina; vivió a finales del siglo XIX y principios del XX, fue canonizado en 2016. Y ahora, a principios de 2021, la diócesis local de Cruz del Eje, en la provincia de Córdoba, le ha dedicado un parque temático. Inaugurado el 6 de enero, fue abierto al público desde el 7 de enero. El lugar se encuentra dentro de la finca “La Providencia” que pertenece al episcopado local y propone, en detalle, un itinerario religioso inspirado en la vida y obra del Santo.
En el acto inaugural, que tuvo lugar con la presencia de las autoridades y en pleno cumplimiento de las normas sanitarias, Monseñor Hugo Ricardo Araya, Obispo de Cruz del Eje, agradeció a todos los que trabajaron en la creación del Parque y, “escuchando al pueblo, pudieron caminar tras las huellas del Santo Argentino”. En particular, la gratitud del prelado se dirigió a las familias de la zona que “han sabido transmitir, de una generación a otra, la veneración del Cura Brochero”. “La espiritualidad de este Santo no es la de separar, sino la de unir: él, de hecho, mantiene en estricta unidad cuerpo y alma, cielo y tierra, trabajo y oración. No se separa, ni se opone. De ahí la llamada a hacer como San Brochero, que supo “conectar la realidad de Dios y la dignidad inviolable de todo ser humano, encontrando en la fe la motivación para la promoción humana, porque todos somos hijos e hijas de Dios”,subrayó Monseñor Araya.
El parque temático cubre casi dos hectáreas. Tiene en su entrada, una gran cruz formada por los principales caminos que se cruzan por unos cien metros. En su centro, se encuentra un inmenso pilar con la imagen del Santo. El diseño arquitectónico de las estaciones estuvo inspirado en la forma del nido de hornero, permitiendo el ingreso por un pasillo curvo que impide el acceso de la luz exterior, garantizando así un clima íntimo, acompañado por música original y videos explicativos, de esta manera, se busca generar diferentes ambientes, invitando a la contemplación de la naturaleza y sus ciclos, como un aprendizaje de vida e introspección.
El mobiliario utilizado para cada “estación” es notable, ya que se trata de objetos de época. También se ha prestado especial atención a la iluminación, para permitir a los peregrinos sumergirse completamente en otro siglo, también con la ayuda de música original y videos. Por último, la capilla circular que alberga el Parque también es importante, al igual que el contexto naturalista circundante que invita a la contemplación y el cuidado de la Creación.
