El Solemne Te Deum es uno de los primeros himnos cristianos, es como un credo cantado que incluye acción de gracias un himno de alabanza y petición a Dios que refleja los salmos 113 y 148. Tiene mucha importancia para la Iglesia católica, San Benito en el s. V lo incluye en su “Regla” para monjes lo provee al final de las vigilias del domingo: “Después del cuarto responsorio empiece el abad el himno Te Deum laudamus. Una vez dicho, lea el abad una lectura de los Evangelios, estando todos de pie con respeto y temor” (cap. 11, 8-9); y lo mismo que se usa en las «Reglas para Vírgenes» compuestas por San Cesáreo, mismo siglo V.
Según la leyenda, lo habría compuesto san Agustín de Hipona en el año 387 cuando realizaba un bautizo; pero se le atribuye el himno, a quien se menciona más de diez veces en los manuscritos más antiguos, san Nicetas (amigo de san Paulino de Nola). Se discute también si el origen podría ser anterior a S. Cipriano, quizás del Papa S. Aniceto (s. II)
El Tedeum en Argentina
La celebración del Te Deum, el Himno de Acción de Gracias, acompañó a nuestra patria, desde el comienzo, en las fechas conmemorativas de la Independencia. El pueblo argentino siempre sintió la necesidad de dar gracias a Dios por todos los bienes que ha querido dar a nuestra patria y, a la vez, pedir luz y fortaleza para seguir caminando, forjar su grandeza y consolidar nuestra pertenencia a ella. Podemos hablar de modo de «ser patriótico», de «compromiso patriótico».
La patria no es lo mismo que la Nación o el país. A éste lo constituye la dimensión geográfica; la Nación expresa más la organización legal y constitucional del pueblo que le confiere un modo de ser y de proceder. En cambio cuando hablamos de patria asumimos la herencia de los padres que le dieron consistencia y la llevamos hacia adelante.
Después de las diversas crisis o derrotas, el país se rehace, la Nación puede refundarse, pero a la patria o se la conserva en esa dinámica de crecimiento de raíces del pasado, compromiso en el presente y utopía hacia el futuro, o se la pierde. Y es muy triste perder la patria, la herencia de nuestros mayores.
Es muy triste ser huérfano de patria, por ello trabajamos para que crezca fiel a sus raíces y no se nos muera. Por ella rezamos al Señor para que nos la cuide de toda invasión no sólo a su geografía sino, y principalmente, a su ser auténtico, ser de herencia que debe crecer. Y por esto, cantamos el Te Deum.
¿Qué temas aborda esta liturgia?
En nuestro país desde los orígenes de su vida independiente se ha celebrado en Argentina una ceremonia religiosa con ocasión de las fechas patrias, la Iglesia Católica y otros credos, agradecen y piden a Dios por la unidad de Argentina en presencia de las más altas autoridades del Estado, que también se unen escuchando el canto del Te Deum.
El Papa Francisco canta Te Deum cada 31 de diciembre, horas antes que se acabe el año. Y se ha reservado a lo largo de la historia para agradecimientos especiales: después de una guerra, al término de una sequía o plaga, al elegir un nuevo Papa, etc.; y compositores famosos como Haydn, Mozart o Berlioz, le han puesto música. Los primeros versos dicen:
“A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
a ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.”
Cabe decir que además de la celebración del Te Deum oficial el 9 de Julio con el presidente de Argentina en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, se celebra también con el mismo espíritu de unidad en las catedrales de todas las diócesis de Argentina, una ceremonia también presidida por los obispos o arzobispos respectivos y con la presencia de las autoridades regionales. Además de las acciones de gracias a nivel local que hay en diversos puntos de la capital y del país entero. Es un día en el que todos nos sentimos hermanos, agradecidos de nuestra geografía y tradición.
El Tedeum en San Rafael
En San Rafael el Solemne Tedeum tendrá lugar a las 10 hs en la Catedral San Rafael Arcángel. El mismo será presidido por Mons. Fray Carlos María Domínguez, obispo diocesano y contará con la presencia de autoridades municipales y provinciales.
Seamos parte de este Tedeum, participando de la ceremonia, suplicando a Dios por nuestra patria, respetando nuestras raíces, comprometiéndonos con el presente y proyectando nuestro país hacia el futuro.
