La comunidad diocesana de San Rafael vivió una noche de intensa fe con la realización de la 50° Peregrinación a la Virgen del Valle Grande. Más de 1000 jóvenes, junto a familias y grupos parroquiales, participaron de esta tradicional manifestación de devoción mariana.
La jornada comenzó en la Parroquia San Antonio de Padua, donde los peregrinos recibieron la bendición de Mons. Marcelo Mazzitelli, Administrador Apostólico de la diócesis, antes de emprender el camino hacia el Santuario. La caminata se inició a las 22:00, luego de un momento de oración y tras la cuenta regresiva, cientos de jóvenes peregrinaron.
Como cada año, durante el camino, se fueron sumando más peregrinos que con rezo, cantos y alegría, llegaron a los pies de María.
Durante el recorrido, se vivieron momentos de recogimiento, cantos y rezos del Santo Rosario, en un clima de comunidad y esperanza. También se sintió el cansancio y las ganas de abandonar, pero cada peregrino tuvo un Cirineo que lo ayudó en el camino.
Ya en las primeras horas del domingo, los fieles llegaron al Santuario del Valle Grande, donde se celebró la Santa Misa a las 5:00 de la mañana.
La peregrinación, que en esta edición tuvo un sentido especial por realizarse en el marco del Año Jubilar, permitió a los participantes obtener la indulgencia plenaria. Desde la Pastoral Juvenil se destacó la participación entusiasta de los jóvenes y el compromiso de los distintos grupos parroquiales, movimientos y comunidades que se sumaron llevando sus estandartes y banderas.
Una vez más, la Virgen del Valle Grande reunió a sus hijos en una verdadera fiesta de fe, reafirmando la devoción mariana que identifica al pueblo sanrafaelino.
