El sábado por la noche, cuando el temporal comenzaba a remitir en Madrid, el sacerdote Toño Casado salió a la puerta de su parroquia, la de Nuestra Señora del Pilar, y comenzó a esculpir en la nieve un Cristo. Quería hacer un regalo a los feligreses y los vecinos por si pasaban por allí al día siguiente.
Mientras trabajaba la nieve, el sacerdote envió una foto a su amiga y vecina Mariló Montero, que no dudó en acercarse para ayudar. Le enseñó cómo modelar la nieve y se puso manos a la obra. Terminaron a las 00:00 horas, pero ninguno de los dos tenía batería en el teléfono móvil. Montero subió a su casa, lo cargó e inmortalizó una escultura efímera que se ha hecho viral en redes sociales.
La propia periodista y presentadora contó en redes sociales la experiencia: «Nunca imaginé que colaboraría en esculpir a Jesucristo en la nieve. Gracias Toño Casado por permitirme compartir contigo algo tan precioso».
Por su parte, el sacerdote compartió varias fotografías de la obra y un vídeo con la presentadora: «Gracias Mariló por esa noche de silencio y verdad ante una Iglesia que quiere ser casa para todos, un lugar donde sentir por fin el calor de la buena gente. Es la Parroquia del Pilar. La nieve se derretirá pero el Jesús de nieve siempre estará vivo en nuestros ojos».
