Nuestra Iglesia

“El amor y el cuidado de la familia es un rasgo característico de Juan Pablo II”

“San Juan Pablo II fue un extraordinario regalo de Dios a la Iglesia y a Polonia, su tierra natal. Su peregrinación terrenal, que comenzó el 18 de mayo de 1920 en Wadowice y terminó hace 15 años en Roma, estuvo marcada por la pasión por la vida y la fascinación por el misterio de Dios, el mundo y el hombre”, comenzó diciendo.

“Lo recuerdo como un grande de la misericordia: A la luz del amor misericordioso de Dios, comprendió la especificidad y la belleza de la vocación de las mujeres y los hombres; comprendió las necesidades de los niños, los jóvenes y los adultos, considerando también los condicionamientos culturales y sociales. Todo el mundo podían experimentarlo. Hoy también ustedes pueden experimentarlo, conociendo su vida y sus enseñanzas, disponibles para todos incluso gracias a Internet”, continuó.

“El amor y el cuidado de la familia es un rasgo característico de Juan Pablo II. Su enseñanza es un punto de referencia seguro para encontrar soluciones concretas a las dificultades y desafíos de las familias de hoy. Los problemas personales y familiares no son un obstáculo en el camino hacia la santidad y la felicidad. Tampoco lo eran para el joven Karol Wojtyła, que sufrió la pérdida de su madre, hermano y padre cuando era niño”.

Para finalizar, Francisco dijo: “Espero que las celebraciones del centenario del nacimiento de San Juan Pablo II inspiren en ustedes el deseo de caminar con valentía con Jesús, que es “el Señor del riesgo”, es el Señor de siempre “más allá”. […] El Señor, como en Pentecostés, quiere realizar uno de los mayores milagros que podemos experimentar: hacer que tus manos, mis manos, nuestras manos se conviertan en signos de reconciliación, de comunión, de creación. Él quiere tus manos para seguir construyendo el mundo de hoy”.

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