Nuestra Iglesia

75º Aniversario de Hiroshima: Mensaje del Papa

Tuve el privilegio de poder ir en persona a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki durante mi Visita Apostólica en noviembre del año pasado, que me permitió reflexionar en el Monumento a la Paz de Hiroshima y en el Parque del Hipocentro de Nagasaki sobre la destrucción de la vida humana y la destrucción que se produjo en esas dos ciudades durante esos terribles días de la guerra hace tres cuartos de siglo”, dice la carta.

Nunca ha estado más claro que, para que la paz florezca, es necesario que todos los pueblos depongan las armas de guerra, y especialmente las más poderosas y destructivas: las armas nucleares que pueden paralizar y destruir ciudades enteras, países enteros. Repito lo que dije en Hiroshima el año pasado: “El uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, así como la posesión de armas nucleares es inmoral”.

El Papa deseó que las voces proféticas de los sobrevivientes hibakusha de Hiroshima y Nagasaki “continúen sirviéndonos de advertencia a nosotros y a las generaciones venideras”. “A ellos, y a todos los que trabajan por la reconciliación, hacemos nuestras las palabras del salmista: “Por amor a mis hermanos y amigos, digo: ¡Paz sobre ustedes!” (Sal 122:8)”.

“Sobre todos los que conmemoran este solemne aniversario invoco de todo corazón abundantes bendiciones divinas”, concluyó.

 

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