En su homilía, Monseñor Carlos María Domínguez recordó lo que pasaba hace diez atrás. “Creo que aún perdura en el recuerdo de cada uno de nosotros la emoción, la alegría y la sorpresa que sentimos cuando, hace 10 años, seguramente ante el televisor, escuchábamos que los cardenales habían elegido como sucesor de Benedicto XVI a Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, convirtiéndose en el argentino más ilustre de la historia universal. Un Papa argentino. Un Papa de nosotros. Un Papa del fin del mundo.No lo podíamos creer!”, expresó.
“A esta emoción, alegría y sorpresa enseguida se añadía la expectativa de cómo llevaría adelante el timón de la barca de Pedro. Y en estos 10 años de ministerio petrino nos ha dado muchas respuestas con palabras, gestos, actitudes que, a fuerza de repetirlas constantemente, se han convertido en señales que marcan el camino de la lglesia”, agregó.
Luego, Monseñor se detuvo en los gestos de Francisco. “Su primer gesto desconcertante fue pedir la bendición del pueblo desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Ese ha sido un gesto de profunda humildad que marca a fuego la toma de conciencia de la responsabilidad laical que nace del Bautismo y de la Confirmación”.
Otro de los gestos del Papa fue en la Exhortación Apostólica que marca los lineamientos de su pontificado -la Evangelii Gaudium-dice el Papa Francisco: “La vocación y misión propia de los fieles laicos es la transformación de las realidades terrenas para que toda actividad humana sea transformada por el Evangelio” (EG 201). Sobre este gesto, Monseñor Domínguez explicó que en ese momento “demostró, también, que la mirada sobre su ministerio, que entraña un poder, lo vive como un servicio al Pueblo de Dios. El Papa, preside desde la caridad la iglesia de Roma, no porque manda sino porque asume, en la caridad las riquezas y dones de todas las iglesias y las armoniza en la búsqueda del bien de todo el Pueblo de Dios y del crecimiento del Cuerpo de Cristo desde la evangelización y la misión. Allí mismo pre anunció una lglesia sinodal cuando hizo la invitación a caminar juntos el pastor y el pueblo”.
“Más tarde, en el 50° aniversario de la constitución del Sínodo de los Obispos, en el 2015, pronunciaría la famosa frase “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera para la Iglesia en el Tercer Milenio”. Desde entonces desarrolló un hilo conductor que nos introdujo en el actual proceso sinodal. Esperamos, con la gracia del Espíritu, ser una lglesia de la escucha; una lglesia pobre para los pobres; una lglesia de comunión, participación y misión”.
“La misericordia y la ternura son dos conceptos claves en el ministerio de Francisco a tal punto que lo llevó a convocar un Jubileo Extraordinario, en el 2016.Revolucionariamente no lo abrió en el Vaticano sino en una de las naciones más pobres: la República Centroafricana golpeada por la guerra y la pobreza”, recordó Monseñor. “Esto selló su magisterio sobre la misericordia”, agregó.
Otras claves en las enseñanzas del Papa destacadas en la misa de ayer por el obispo de la diócesis fue una Iglesia en salida hacia las periferias, el primer viaje fuera del Vaticano a la isla de Lampedusa, en el Mediterráneo y la alegría central en el pensamiento del Papa a través de Evangelii Gaudium; Amoris Laetitiae; Guadete et Exultate.
“Con la elección de su nombre, Francisco, evidenció su pensamiento. Firmó Fratelli tutti, sobre la tumba de San Francisco, indicándonos que el diálogo es la vía señera de la fraternidad universal. La encíclica fue precedida por la histórica firma de Fraternidad Humana, junto al Gran Imán Ahmed el-Tayeb. Tomó del Santo de Asís sus palabras para regalarnos el inmenso don de Laudato si, en la que nos enseñó, a la Iglesia y al mundo, que el grito de los más pobres y el grito del planeta constituyen una misma crisis, a la que estamos todos llamados a responder para cuidar de nuestra Casa Común”.
“Tal vez, los argentinos tenemos la nostalgia de que aún no haya regresado como Papa a nuestro país. Y es que a veces, seamos sinceros, no lo tratamos bien. Nos pasa como a los paisanos de Jesús, como leíamos en el Evangelio de hoy.Queremos comprometer al Papa con nuestras expectativas y mostramos cierta ansia de «acaparar» al Papa y hacerlo objeto de gloria pueblerina y sacar provecho en beneficio propio. Francisco es argentino pero es de la lglesia”, resaltó Monseñor Dominguez.
“Cada semana, al terminar el Ángelus, se despide pidiendo que no nos olvidemos de rezar por él. Hoy nos comprometemos con nuestro filial afecto y oración a seguir sosteniéndolo en su ministerio de Padre y Pastor universal. Y lo encomendamos a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen para que Ella lo cuide con su ternura”, agregó.
30 años de sacerdocio: “Es un regalo exagerado del buen Dios”
En su homilía, Monseñor Carlos Dominguez habló sobre su aniversario al cumplirse 30 años de haber sido ordenado sacerdote. “Un día como hoy, hace 30 años, era ordenado sacerdote. Les pido que me ayuden a darle gracias a Dios por haberme sostenido con su fidelidad en mi ministerio. Él ha sido fiel. Él es fiel y siempre lo será”, expresó.
“Dios me ha regalado ser su sacerdote. Es un regalo exagerado del buen Dios. Le pido que Él siga alentando mi entrega, perdonando mis pecados, sanando mis heridas,renovando mi alegría y mi esperanza para poder servir a su pueblo. Yo no creo en la reencarnación, creo en la resurrección, pero si tuviese que morir y volver a la vida mil veces, mil veces elegiría ser sacerdote”
“¡Qué alegría ser sacerdote! ¡Qué honor ser sacerdote! ¡Qué responsabilidad ser sacerdote! Gracias por acompañarme en esta acción de gracias y recen mucho por mí y que Maria aliente siempre el sí que le di una vez a Jesús para toda la vida. que así sea!”, concluyó.