Sociedad

La espiritualidad del Beato Carlo Acutis

Antonia, la madre de Carlo, recuerda que cuando su hijo tenía 6 años manifestó el deseo de recibir su primera comunión. Este deseó se cumplió el 16 de Junio de 1998, cuando Carlo ya tenía 7 años. El padre Aldo Locatelli, párroco de la parroquia donde asistía el pequeño, pidió autorización para que se celebrara este sacramento a Monseñor Pasquale Macchi (quien fue secretario de Pablo VI), después de interrogarlo, Mons. Macchi garantizó la madurez y la formación cristiana del niño para recibir el sacramento. Sólo les hizo una recomendación a sus padres: que la celebración se desarrollara en un lugar idóneo para el recogimiento interior, sin distracciones, por este
motivo la celebración se realizó en el monasterio de las monjas eremitas de San Ambrosio, en Perego (“MonacheRomite du Perego”).
Desde este día creció en Carlo un gran amor por la Eucaristía a la que llamó: “Mi autopista hacia el Cielo”, se propuso participar todos los días de la celebración de la misa y tener un momento de adoración eucarística, antes o después de la misma. Cuidaba estos momentos de oración porque estaba convencido de que estando ante Jesús Eucaristía
uno se convierte en santo. 

En una oportunidad le preguntaron cómo rezaba tanto tiempo en presencia de Jesús Sacramentado, Carlo respondió: “No hablo con muchas palabras, sólo me recuesto sobre su pecho, como lo hizo san Juan, el discípulo amado, en la última cena”.
También afirmó: ¡Cuantas más eucaristías recibamos más nos pareceremos a Jesús y ya en esta tierra disfrutaremos del Paraíso!
La mamá de Carlo, comentó en una entrevista que cuando era niño juntaba flores para llevárselas de regalo a la Virgen María, esto le sorprendía mucho a ella. Esta tierna devoción de Carlo manifestada en ofrecer flores a la Virgen fue creciendo y ella se convirtió en su gran confidente, todos los días rezaba el rosario y a ella le encomendaba sus
deseos y preocupaciones. Hoy sus padres y sus hermanitos siguen rezando el rosario todos los días.

El autor Francesco Occhetta afirmó en su libro “La vida más allá del confín”: “Es un apasionado de las historias de apariciones de la Virgen de Lourdes y Fátima. Visitó estos lugares con sus padres y compartió con sus amigos videos de estas visitas. Al rezar el Rosario, él incluía la oración que la Virgen enseñó a los pastorcitos el 13 de Julio de 1917: ¡Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.”

Recordemos que San Juan Bosco, el 30 de mayo de 1862, compartió con los jóvenes de sus comunidad uno de sus sueño en donde veía barcos que amenazaban a una gran nave flotante y también una gran tempestad azotaba la nave, era guiada por el romano Pontífice. En medio de la inmensa extensión del mar, dos columnas se levantan de las olas, sobre una de ellas estaba la imagen de la Inmaculada Virgen y en la otra columna que era más grande veía una gran Hostia. Luego el Papa amarró la barca con cadenas a estas dos columnas. Don Bosco interpreto que las naves enemigas son las persecuciones que sufre la Iglesia y que las dos vías de salvación son la devoción a la Virgen María y a la Eucaristía.
Con seguridad se puede afirmar que Carlo se aferró a estas columnas y de este amor a Dios surgía también el amor al prójimo. Él fue voluntario en un comedor de los frailes capuchinos en Milán, en donde se alimentaba a los sin techo. Recuerda Rajesh, la persona que cuidaba a Carlo, que con sus ahorros le compró una bolsa de dormir para un mendigo con el que a veces conversaba cuando lo cruzaba de camino a la misa. 

La vida de Carlo también se alimentó de la lectura de la vida de los santos, le atrajo mucho la vida de San Francisco de Asís y la de los tres pastorcitos a los que se les apareció la Virgen de Fátima. Otros modelos de santidad para él, fueron: Santo Domingo Savio, San Tarcisio y San Luis Gonzaga.

Este fuerte vínculo que Carlo tenía con Dios, no lo vivía solo en su intimidad, también lo compartía con los demás. Rajesh, quien era de religión hindú, comentó: “Carlo me decía que sería muy feliz si me acercaba a Jesús en la Eucaristía. Pedí el Bautismo cristiano porque él me contagió y cautivó con su profunda fe, su caridad y su pureza.”

Carlo Acutis ha despertado devoción en los 5 continentes, algunos testimonios afirman que estaban alejados de la Iglesia y que, al conocer la vida de este joven, decidieron acercarse a Dios.

 

La reliquia de Carlo Acutis visitará los tres departamentos del sur mendocino

La reliquia de primer orden llegará el próximo lunes 20 de septiembre al Departamento de General Alvear, luego estará en Malargüe y San Rafael. Más información en esta nota.

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