Lo que comenzó como un gesto de acompañamiento en medio del duelo se transformó en un movimiento de fe, esperanza y prevención del suicidio. Los Denarios Amarillos, creados por la docente correntina Natalia Scheller, llevan un mensaje simple pero urgente: «Tu vida vale».
La iniciativa nació tras la pérdida de su hija Mily, de 19 años, durante la pandemia. «Cuando mi hija falleció por una depresión, me hundí en el dolor. Mi objetivo fue que Mily siga con un legado. Ser recordada no por lo que no hizo, sino por lo que fue», cuenta Scheller.
De un rosario a un movimiento
El primer impulso surgió cuando una seguidora de su cuenta, Patricia, desde Comodoro Rivadavia, le envió un rosario amarillo. «Ella necesitaba hacerse presente de esa forma», recuerda. A partir de ese gesto, Natalia comenzó a confeccionar denarios amarillos, más pequeños y fáciles de llevar en el celular o en la cartera.
«El color amarillo identifica a la prevención del suicidio. Nuestro fin es rezar por las personas que están viviendo situaciones difíciles: depresión, angustia, pánico, bipolaridad», explica.
Los Denarios de Mily comenzaron a distribuirse inicialmente en misas dedicadas a familias que atravesaban pérdidas por suicidio. Con el tiempo, la iniciativa se expandió: «Dejar el denario en un lugar público permite que cualquier persona pueda tomarlo. El mensaje es ‘Tu vida vale’. Y eso puede tocar algún corazón necesitado».
Capillas de oración, iglesias, oficinas, escuelas e incluso bancos de plazas se han convertido en puntos espontáneos donde aparecen estos denarios. La difusión crece a través de redes sociales como @naty_scheller en Argentina y, en Uruguay, de la evangelizadora digital Camí (@tuamigadefe).
La respuesta ha sido inmediata. «Recibo mensajes de personas que quieren conocer más a Mily o que piden denarios para su comunidad. Distintos evangelizadores se sumaron y hoy los denarios llegaron a varias provincias», relata.
Entre los acompañantes de la misión, Scheller menciona al padre Matías Pérez, párroco de María Madre de la Iglesia en San Nicolás de los Arroyos -con quien coordina un grupo de duelo virtual que pronto cumplirá dos años-, además de Rocío, Cami, Agus, el padre Elías Mangini de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Santa Fe, Vanessa y Jesús. «Siento que cada vez seremos más. Todo el que quiera sumarse es bienvenido».
La fe como sostén
En su proceso personal, Natalia asegura que la fe fue su refugio y su fuerza. «La fe me salvó de no morir en la tristeza. Desde el minuto uno me prendí del rosario. Siempre fui acompañada por sacerdotes, y mi guía espiritual, el padre Alfredo Reyna, sacerdote redentorista que actualmente está en La Rioja».
Este acompañamiento cobra especial relevancia en el Año Jubilar: «En noviembre, las intenciones del Papa hablan sobre esta problemática. La Iglesia abraza a todos, todos, todos. Me siento muy amada y abrazada por Dios».
Casada hace 25 años con Gustavo, madre de Mily y Juan Francisco, y docente de nivel secundario, Scheller resume su vocación con claridad: «Mi anhelo es la misión, el acercamiento y la escucha».
«Sembremos esperanza, valoremos la vida. Tu vida vale. Si necesitás ayuda, pedila. Abrazate a Dios y pedí siempre la fuerza del Espíritu Santo», concluye.
Los Denarios Amarillos siguen multiplicándose, llevando fe, consuelo y prevención a quienes más lo necesitan.
