Sociedad

Alegría en la Iglesia argentina: Los Mártires del Zenta son beatos

En una celebración eucarística que presidió el sábado 2 de julio, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, declaró beatos a los sacerdotes Pedro Ortiz de Zárate y Juan Antonio Solinas SJ, los Mártires del Zenta.

Los principales concelebrantes fueron el nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk; el obispo de San Ramón de la Nueva Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM; y el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli.

Concelebraron también el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea; el obispo de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández; el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello; el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo; el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez y su obispo auxiliar, monseñor Roberto Ferrari; el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap; el arzobispo emérito de Mendoza, monseñor José María Arancibia; el obispo de Santiago del Estero, monseñor José Vicente Bokalic CM y su obispo auxiliar, monseñor Enrique Martínez Ossola; el obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro; el obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego; el obispo de Añatuya, monseñor José Luis Corral SVD; el obispo de Concepción, monseñor José Antonio Díaz; el obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida; el obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Luis Zordán MSsCc.

Los demás concelebrantes fueron el obispo de San Martín, monseñor Martín Fassi; el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ; el obispo de Avellaneda Lanús, monseñor Marcelo Julián Margni; el obispo castrense y delegado episcopal para las Causas de los Santos, monseñor Santiago Olivera; el obispo de Nuoro, diócesis de la que era originario el padre Solinas, monseñor Antonello Mura; el obispo prelado de Humahuaca, monseñor Félix Paredes Cruz CRL; el obispo prelado de Cafayate, monseñor Darío Rubén Quintana OAR; el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor José María Baliña; el obispo prelado emérito de Humahuaca, monseñor Pedro María Olmedo Rivero CMF; el obispo emérito de Concepción, monseñor José María Rossi OP; el secretario del cardenal Semeraro, monseñor Gianpaolo Rizzotti y sacerdotes presentes.

Entre los asistentes se encontraban la postuladora de la causa de canonización de los Mártires del Zenta, hermana Isabel Fernández; el presbítero Máximo Jurcinovic, encargado de la oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina; el director nacional de Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge; el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz; y el vicegobernador de la provincia de Jujuy, Carlos Guillermo Haquim.

En el comienzo de la celebración, el obispo de Orán junto con la postuladora de la causa, se dirigieron al cardenal Semeraro para pedir en su nombre al Santo Padre, que inscriba en el número de los beatos a los siervos de Dios Pedro Ortiz de Zárate y Juan Antonio Solinas SJ, y leyeron una reseña biográfica de ambos sacerdotes.

Seguidamente, fue leída la carta apostólica enviada por el Santo Padre Francisco, que declara beatos a los Mártires del Zenta, y fue descubierta la imagen oficial de la beatificación, entre aplausos de la multitud presente a los nuevos beatos. Luego fue entonado el himno dedicado a los Mártires. Su fecha litúrgica será el 27 de octubre, día de su paso al Cielo.

Celebramos el florecer de la Iglesia

La homilía estuvo a cargo del cardenal Semeraro, que se refirió a la historia del martirio de los nuevos beatos, “lejana en el tiempo, pero singularmente por algunos detalles sangrientos, también lejana de nuestra sensibilidad”. Cuando se trata de los perseguidos y ejecutados por odio a la fe o por la justicia practicada por amor a Cristo, señaló, “emerge una nueva clave de lectura, que Tertuliano expresó con esta clásica sentencia: ‘La sangre de los cristianos es una semilla'”.

Lo que da valor a la muerte “es la muerte del santo de los santos, es decir del Señor, la primera semilla de la que ha germinado la Iglesia. Cristo se hacía semilla y germinaba la Iglesia”, afirmó. “Esto es precisamente lo que hoy estamos celebrando, con el martirio de los beatos mártires Pedro y Juan Antonio. Estamos celebrando el florecer, la primavera de la Iglesia”, sostuvo.

Y tomando el texto de las bienaventuranzas, citó: “Felices los que son perseguidos a causa de la justicia”. El papa Francisco lo comenta así, citó: “La cruz, sobre todo los cansancios y los dolores que soportamos por vivir el mandamiento del amor y el camino de la justicia, es fuente de maduración y de santificación. Recordemos que cuando el Nuevo Testamento habla de los sufrimientos que hay que soportar por el Evangelio, se refiere específicamente a las persecuciones”, y concluye: “Aceptar cada día el camino del Evangelio, aunque nos traiga problemas, esto es santidad”.

“El martirio de nuestros dos beatos, nos resulta bien conocido”, consideró. “Fueron el uno y el otro, ministros de la primera evangelización. Del beato Pedro, natural de esta tierra argentina, se podría decir lo que decían de Tomás Moro: fue un hombre para todas las épocas. También del beato Pedro se dirá que fue un hombre para todas las épocas, es decir, testigo de Cristo en muchos estados de vida. Un testigo del proceso lo ha descrito como «buen político, buen marido y padre, y luego un excelente sacerdote, que conocía bien a los indios y los defendía, los bautizaba y cuidaba como cristianos»”.

 

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