Guadalupe Batallán de 22 años de edad, que dijo pertenecer “a una generación a la cual nos han remarcado reiteradas veces, el valor de una mujer que no se calla ante la injusticia”.
En este debate, “poco se ha hablado de las mujeres obligadas a abortar, un flagelo que se sufre con la ilegalidad pero que no va a tener ningún freno si se legaliza”, dijo la joven cuya madre la tuvo a los 15 años de edad resistiendo las presiones de sus padres por abortar.
“Lamentablemente, no todas las mujeres son como mi mamá y no todas poseen la fortaleza para decirle que ‘no’ a un novio, a un esposo, a un jefe o a unos padres que prefieren la violencia y la hipocresía, antes que cuidar y acompañar a una mujer vulnerable”, agregó.
“Sabemos que ninguna mujer elige el aborto, que lo aceptan con miedo a la soledad, a la crueldad de una sociedad que les hizo creer que un embarazo le iba a arruinar la vida”.
Batallán destacó que “todas las encuestas han señalado, que la postura en contra del aborto -que es mayoritaria en nuestro país-, está representada principalmente por mujeres jóvenes, de 18 a 29 años. Y somos esas mujeres las que queremos que dejen de usarnos para reclamar el aborto”.
Además expresó que “mucho se ha hablado de supuestos derechos pero poco se habla de la realidad” de la pobreza, del desempleo agravado por la pandemia.
“En este contexto, se viene a reclamar como prioridad, legalizar el aborto, un padecimiento que se cobra 19 muertes por año contra las más de 160 mil de distintas causas que nos matan a las argentinas”.
“En estas comisiones se están mal utilizando mis derechos como mujer, para que el precio de los errores de un Estado ineficiente y corrupto lo paguen los más débiles”, denunció.
“Si deciden aprobar esta ley, me duele mucho por la Argentina que como joven, voy a tener que vivir. Hoy, debatiremos exprés, ocultaremos la realidad para, dentro de unos años, ver los nuevos juicios de Nuremberg porque, finalmente, los legisladores entendieron que la ‘decisión sobre el propio cuerpo’ no era excusa suficiente para hacer con los niños lo que a uno le plazca”.
“En fin, hemos escuchado con muchísimo dolor decir que ‘dar en adopción no es ético’, que para el aborto no debe haber edad gestacional límite, que la objeción de conciencia y la vida no son un derecho humano para todos, sino un privilegio de pocos. Es decir, mucho se habla de DDHH, mientras se le pide reiteradamente a los legisladores que a la hora de votar, dejen la moral de lado”, concluyó Batallán.
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