
El Papa Francisco tuvo un buen descanso nocturno. Su condición clínica es estable y continúa el proceso terapéutico prescrito por el cuerpo médico. Este domingo por la mañana recibió la Eucaristía y siguió la Santa Misa por televisión. Por la tarde alternaba la lectura y el descanso.
Así lo anunció el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, al dar noticias del estado de salud del pontífice, hospitalizado desde el viernes 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una infección en las vías respiratorias.
Por la mañana, Bruni informó a los periodistas presentes en la Sala de Prensa que Francisco había pasado una noche tranquila, que había desayunado y leído algunos periódicos. El Papa, como había anunciado el día anterior, no presidió el rezo del Ángelus dominical «para facilitar la recuperación» y siguió las instrucciones del personal médico que le aconsejaba guardar «absoluto reposo».
«Esta mañana, al final de las audiencias, el Papa Francisco ha sido ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli para realizar algunos exámenes diagnósticos necesarios y continuar en el ámbito hospitalario el tratamiento de su bronquitis, todavía en curso», había anunciado la Santa Sede el viernes, en una nota enviada a los periodistas.
Esa misma mañana, Francisco había recibido en audiencia a Robert Fico, primer ministro de la República Eslovaca. En sus intervenciones públicas previas, el Papa venía renunciando a leer los textos que había preparado, admitiendo tener dificultades respiratorias, y delegando en sus asistentes la lectura.