
Un grupo de personas pobres y necesitadas estará presente el sábado 26 de abril en la escalinata de la Basílica Papal de Santa María la Mayor para dar el último adiós al Papa Francisco antes del entierro de su féretro, que tendrá lugar, como quiso el Pontífice, entre la Capilla Paolina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza.
Así lo anunció un comunicado de prensa de la Santa Sede, subrayando que «los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios», así como en el corazón y en la enseñanza del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarse nunca de ellos.