
«El Santo Padre fue rápidamente aspirado y se inició ventilación mecánica no invasiva, con buena respuesta en el intercambio gaseoso. El Santo Padre permaneció siempre vigilante y consciente, colaborando en las maniobras terapéuticas. Por tanto, el pronóstico sigue siendo reservado. Por la mañana recibió la Eucaristía”, afirma el comunicado.
Ahora serán necesarias entre 24 y 48 horas para evaluar el estado clínico del Papa tras este ataque aislado de broncoespasmo. Según hemos podido saber, gracias a la ventilación mecánica no invasiva los valores de intercambio gaseoso han vuelto a los de antes de la crisis.