El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes del XXI Encuentro de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil de Latinoamérica y el Caribe, en curso en Asunción del 15 al 20 de julio, y los animó a no tener miedo a Jesús, que pasa a nuestro lado, abriéndole de par en par las puertas de su corazón.
El Santo Padre reafirmó su cercanía con los jóvenes a través de dos mensajes: una carta dirigida a monseñor Pierre Jubinville, obispo responsable de la Pastoral Juvenil (PJ) del Paraguay, y un mensaje directo a los jóvenes participantes.
En la carta dirigida a los obispos responsables de la pastoral juvenil y a los organizadores del Encuentro, tras un saludo afectuoso, el Papa reflexionó sobre la juventud como un «don» que debe ser ofrecido al Señor. Subrayó asimismo, con énfasis, el lema del Encuentro: «Levántate«, destacando que no solo implica una tarea y una responsabilidad, sino también el deseo de Cristo de ver a los jóvenes renovados, llenos de energía y viviendo una vida nueva en comunión con Él, una vida digna y plenamente realizada.
En el texto, fechado el 12 de julio, el pontífice espera que el espíritu emanado del lema «los haga capaces de identificar los desafíos y oportunidades que enfrentan con la ayuda del Espíritu Santo».
«Ustedes son el presente: ¡sean valientes! Los animo a aferrarse fuertemente a sus raíces e ir adelante sin miedo. Busquen la unidad entre todas las diferencias.»
El Santo Padre los incentiva a trabajar por la justicia, que hace a la paz efectiva y duradera, edificar el bien común y fecundar la felicidad de la Patria Grande que conforman los pueblos latinoamericanos, para seguir acrecentando el Reino de Dios.
En una carta previa, datada el 27 de mayo y dirigida también a los obispos responsables de la PJ y a los organizadores del encuentro, el Obispo de Roma asegura que «la juventud es esa etapa de la vida normalmente caracterizada por un natural optimismo, por la energía y la esperanza». También los exhorta a «dejar que Cristo transforme su natural optimismo en auténtico amor; un amor que sabe sacrificarse, que es sincero, real y genuino, y así su juventud será un don para Jesús y para el mundo, y así ustedes podrán desgastar su vida de manera digna y fecunda».
«El mandato de Jesús -‘Levántate’- significa a la vez una tarea y una responsabilidad. No tengan miedo al Señor que pasa a nuestro lado y nos susurra al oído, se inclina hacia nosotros y nos ofrece su mano para levantarnos cada vez que caemos. Él nos quiere de pie, resucitados. No tengan miedo, pues, de dejarlo entrar en sus vidas; ábranle las puertas del corazón, de par en par, ya que la vida nueva que de Él procede es inigualable y merece ser vivida.»
El Santo Padre termina encomendándole a todos los participantes a la Virgen Santísima y pidiéndole que acompañe sus pasos e interceda por ellos, «para que, junto con niños, adultos y ancianos, en comunión intergeneracional, sean protagonistas en una Iglesia cada vez más sinodal, discípula y misionera». Francisco agradece también, en especial a los jóvenes paraguayos, por la organización del encuentro e invita a todos «a seguirse preparando durante este Año de la Oración, para celebrar con esperanza gozosa el próximo Jubileo 2025«.
