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El Papa Francisco se ha despertado esta mañana en el hospital Agostino Gemelli, ubicado en Roma, tras una noche tranquila, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede hoy, miércoles 19 de febrero. El pontífice se levantó y se sentó en un sillón, mostrando una actitud positiva y con su corazón en buen estado, lo que ha tranquilizado a sus seguidores y a la comunidad mundial.
Sin embargo, a pesar de esta evolución favorable, el obispo de Roma continúa con un cuadro clínico complejo. El martes por la tarde, tras una nueva revisión médica, Francisco fue sometido a un estudio que reveló la aparición de una neumonía bilateral. Debido a este diagnóstico, su equipo médico, compuesto por especialistas vaticanos y del hospital Gemelli, ha decidido implementar una nueva terapia farmacológica.
A pesar de la preocupación que genera esa condición, el Papa ha mostrado un buen ánimo, destacando que está «de buen humor» y agradeciendo profundamente los mensajes de apoyo que ha recibido, entre ellos los de niños internados en la unidad de oncología pediátrica del hospital, quienes le enviaron dibujos y buenos deseos.
«Con corazón agradecido, pido que sigan rezando por mí», expresó el sucesor de Pedro, quien se siente muy cerca de todos los que se han preocupado por su salud en estos días. A medida que continúan los tratamientos, su equipo médico sigue evaluando su estado, para garantizar su pronta recuperación.
La comunidad católica continúa orando por la salud del Santo Padre, mientras él sigue recibiendo muestras de cariño desde los diferentes rincones del mundo.
La Conferencia Episcopal Argentina, por su parte, hizo un llamado a todas las comunidades del país a unirse en oración por la salud del Papa, quien se encuentra hospitalizado desde el viernes pasado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma. En su comunicado, los obispos invitan a los fieles a elevar sus oraciones al Señor, pidiendo por la pronta recuperación del pontífice, quien sigue recibiendo tratamiento médico tras ser diagnosticado originalmente de una infección respiratoria