Jesús, «fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo» (Mt 4,1). La iniciativa no es de Satanás, sino de Dios. Es así como dio inicio el Papa Francisco en su Catequesis de hoy: Jesús va al desierto obedeciendo a una inspiración del Espíritu Santo, no cae en una trampa del enemigo. Una vez superada la prueba, Él – está escrito – regresó a Galilea «lleno del poder del Espíritu Santo» (Lc 4,14).
Un extraño fenómeno
Francisco dijo que el texto bíblico de hoy es un “extraño fenómeno relacionado con el diablo”. En ciertos niveles culturales “se cree que sencillamente no existe”.
«Sería un símbolo del inconsciente colectivo, o de la alienación, en definitiva, una metáfora» Pero «el mayor truco del diablo, dijo el Papa, es hacer creer que no existe», no obstante añadió: el mundo tecnológico y secularizado está repleto de magos, ocultismo, espiritismo, astrólogos, vendedores de amuletos y hechizos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas.
La prueba más fuerte que combaten los santos
El Papa afirmó que la prueba más fuerte de la existencia de Satanás no se encuentra en los pecadores ni en los obsesos, ¡sino en los santos! Pero agregó, que también el diablo está presente y activo en ciertas formas extremas e «inhumanas» de mal y maldad que vemos a nuestro alrededor.
El Papa Francisco resaltó que la batalla contra el espíritu del mal se gana como la ganó Jesús en el desierto: a golpes de la palabra de Dios: «Está escrito»: así responde tres veces al tentador. Y aconseja otro medio para cada uno de nosotros, la vigilancia, como sugiere San Pedro: «Sean sobrios, vigilen. Su enemigo, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1 Pe 5,8). Y San Pablo, por su parte, amonesta: «No den ocasión al diablo» (Ef 4,27).
Cristo nos ha dado el Espíritu Santo para nuestra victoria
Según un Padre de la Iglesia -afirmó Francisco- el diablo «está atado, como un perro a una cadena; no puede morder a nadie, salvo a los que, desafiando el peligro, se acercan a él… Puede ladrar, puede apremiar, pero no puede morder, salvo quien lo desee». Y citó la tecnología moderna, que ofrece muchos recursos positivos que hay que apreciar, pero también ofrece innumerables medios para «dar oportunidad al diablo», señaló el Papa, y muchos caen en su trampa. Ejemplo de ello es la pornografía en Internet, detrás de la cual hay un mercado muy floreciente y es un fenómeno fuertemente extendido del que los cristianos deben, enfatizó, de todas formas, precaverse y rechazar enérgicamente.