El Papa Francisco presidirá, este domingo, 17 de noviembre, la celebración de la VIII Jornada Mundial de los Pobres, en un programa que incluye misa en la Basílica de San Pedro, un almuerzo con 1.300 personas y la entrega de hogares para las víctimas de la guerra en Siria.
«La iniciativa, propuesta por primera vez en 2017, fue fuertemente deseada por Francisco para instar a la Iglesia a ‘salir’ de sus muros para encontrar la pobreza en los múltiples significados en los que se manifiesta en el mundo de hoy», señala la nota del Vaticano.
La celebración de este año tiene como tema un pasaje del libro bíblico de Ben-Sirah, ‘La oración de los pobres asciende a Dios’.
El Santo Padre presidirá la misa a las 10 (hora de Roma) en la Basílica de San Pedro, después de bendecir simbólicamente 13 llaves, en representación de los países en los que participa la ‘Alianza Famvin con los Sin Techo’ (FHA), de la Familia Vicentina, que construirá casas para personas necesitadas, proyecto que está asociado a la celebración del Jubileo 2025.
«Entre estos países se encuentra Siria, cuyas 13 casas serán financiadas directamente por la Santa Sede, como gesto de caridad con motivo del Año Santo», destaca el comunicado.
El programa del domingo incluye el tradicional almuerzo, con 1.300 personas pobres, en el Auditorio Pablo VI, organizado por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad con la ayuda de la Cruz Roja Italiana.
«Al final del almuerzo, cada persona recibirá una mochila ofrecida por los padres vicentinos (Congregación de la Misión), que contiene alimentos y productos de higiene personal», precisa la información el Vaticano.
En el marco de esta Jornada Mundial, el ambulatorio «Madre de la Misericordia», estructura vinculada al Dicasterio para el Servicio Caritativo, que ofrece asistencia sanitaria diaria a los pobres y necesitados, estará abierta esta semana ininterrumpidamente de 8 a 17. El espacio ofrecerá vacunas contra la gripe y otros servicios médicos, de forma gratuita, con profesionales de 18 especialidades.
«Los pobres todavía tienen mucho que enseñar, porque en una cultura que antepone la riqueza y que muchas veces sacrifica la dignidad de las personas en aras de los bienes materiales, reman contra corriente, dejando claro que lo esencial para la vida es otra cosa», escribe el Papa Francisco, en su mensaje para la VIII Jornada Mundial de los Pobres.
La Santa Sede informó además, que el Dicasterio para la Evangelización promoverá varias iniciativas caritativas, como «el pago de facturas a las familias más necesitadas a través de contactos con las parroquias».
«Todas las comunidades parroquiales y diocesanas estarán llamadas a centrar sus actividades pastorales en las necesidades de los pobres de sus barrios, a través de signos concretos», añade el Dicasterio.
