“Sólo la misericordia cura, sólo la misericordia crea un mundo nuevo y apaga el fuego de la desconfianza, del odio y de la violencia: ésta es la gran enseñanza del Papa Francisco”
Tristeza por la muerte del Papa
Refiriéndose al Evangelio de hoy con el desconcierto de los apóstoles tras la muerte de Jesús, que luego se les muestra con la luz de la Resurrección, el cardenal recuerda que también hoy con el fallecimiento de Francisco se sienten los mismos sentimientos.
“El dolor por su partida, el sentimiento de tristeza que nos asalta, la agitación que sentimos en el corazón, el sentimiento de pérdida: todo esto lo experimentamos, como los apóstoles afligidos por la muerte del Señor”
Alegría pascual en los rostros de los jóvenes
Hay una alegría pascual que se mantiene en la prueba; una alegría, subrayó Parolin entre aplausos, que «hoy es algo que casi se puede tocar en esta plaza; se ve impresa sobre todo en sus rostros, queridos jóvenes y adolescentes que han venido de todo el mundo para celebrar el Jubileo».
Les dirijo un saludo especial, que dirijo también a los obispos que los acompañan, a los sacerdotes, a los catequistas, a los animadores de sus grupos. Un saludo especial con el deseo de hacerles sentir el abrazo de la Iglesia y el afecto del Papa Francisco, a quien le hubiera gustado encontrarlos, mirarlos a los ojos y pasar entre ustedes para saludarlos.
Mirar a Jesús, verdadera esperanza
Dirigiéndose a los numerosos jóvenes presentes, el cardenal recordó que son muchos los desafíos a los que están llamados, como «el de la tecnología y la inteligencia artificial, que caracteriza de modo particular nuestra época». Hay un aliado más en este camino y es Jesucristo, «el amor que todo lo comprende y todo lo espera».
Él viene a tu encuentro allí donde estás, para darte el valor de vivir, el valor de compartir tus experiencias, tus pensamientos, tus dones, tus sueños, el valor de ver en el rostro de los que están cerca o lejos a un hermano y una hermana a los que amar, a los que tienes tanto que dar y, al mismo tiempo, tanto que recibir, el valor de ayudarte a ser generoso, fiel y responsable en la vida que te espera, y para hacerte comprender lo que es más valioso en la vida: el amor que todo lo abarca y todo lo espera.
El abrazo de Francisco
Al concluir su homilía, el cardenal Parolin dirigió un pensamiento a los empleados y fieles de la Ciudad del Vaticano que mantienen viva la memoria de Francisco, y luego les agradeció el servicio que prestan diariamente.
“A ustedes, a todos nosotros, al mundo entero, el Papa Francisco extiende su abrazo desde el Cielo”
Por último, la encomienda a María a la que el Papa estaba ligado, «tanto que eligió descansar en la Basílica de Santa María la Mayor».
«Que nos proteja, interceda por nosotros, vele por la Iglesia y sostenga – concluyó el cardenal –el camino de la humanidad en paz y fraternidad».