El Seminario Mayor María del Verbo Encarnado, del Instituto del Verbo Encarnado, fue escenario, el 2 de diciembre, de la jornada diocesana de la Vida Consagrada de San Rafael. Allí se hicieron presentes todas las formas de vida consagrada de la diócesis: religiosos, religiosas, vírgenes consagradas y laicas consagradas.
La Jornada comenzó con un tiempo de retiro y reflexión comunitaria a cargo del obispo, monseñor fray Carlos Domínguez OAR, quien disertó sobre el tema «Servidores y misioneros de la esperanza», como preparación al Jubileo y en el contexto del tiempo de Adviento. Luego, por grupos, se realizó la Lectio Divina Comunitaria, sobre un texto del Libro de las Lamentaciones.
Después de compartir el almuerzo y de un tiempo de distención comunitaria, se presentó el camino que se está recorriendo hacia el Jubileo de la Vida Consagrada, a nivel mundial, nacional y diocesano. Este momento estuvo a cargo de la hermana Rosana Carballo, de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Inmaculada Concepción de Ivrea, y de Mariana García, del Orden de las Vírgenes Consagradas, de la arquidiócesis de Mendoza, coordinadora regional de Cuyo de la Vida Consagrada.
A continuación, se formó la Junta Diocesana de Vida Consagrada, conformada por los siguientes miembros: padres Tomás Orel IVE y Andrés Vidal IVE, fray Rolando Brites OFM, hermanas María Virgem Solícita dos Reis SSVM, Andrea Carballo CSIC, hermana adoradora perpetua Soriano Parra HSF y María Teresita Vargas OVC.
La Jornada culminó con la Eucaristía, presidida por monseñor Domínguez, dando gracias a Dios por una jornada de encuentro, oración y comunión.