San Rafael

Fe, gratitud y esperanza: San Rafael celebró a San Cayetano

Pese al frío y la llovizna, cientos de devotos se acercaron a la Capilla San Cayetano para agradecer y pedir por trabajo y pan para todos. El padre Gabriel Zapata (IVE) destacó la caridad cristiana del santo y alentó a la conversión personal como verdadero camino de reforma.

Este 7 de agosto, San Rafael volvió a vestirse de fe con la tradicional celebración en honor a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. Desde muy temprano, a pesar del clima invernal, una gran cantidad de personas se acercaron a la Capilla San Cayetano, ubicada en calle Rawson al 2100, para agradecer, rezar y pedir por empleo y unidad familiar.

El Padre Gabriel Zapata, a cargo de la capilla, compartió en entrevista con De Buena Fe que, como cada año, “la gente especialmente se acuerda del santo patrono, del pan, del trabajo y del abandono en la Divina Providencia”. Y agregó: “Necesitamos tener ese espíritu de fe, saber que a pesar de las dificultades estamos en manos de Dios, que son las mejores manos”.

Durante toda la jornada se vivió un ambiente de recogimiento y esperanza. “Desde bien temprano un buen desfile de gente humilde, que viene a agradecer o a pedir trabajo para sus hijos, sus nietos”, expresó el sacerdote. Muchos fieles, incluso, trajeron donaciones para otros más necesitados.

La preparación se dio con una novena previa compartida especialmente por redes sociales, aunque el día central siempre convoca más allá de las parroquias: “Muchos vienen ese día exclusivamente para San Cayetano, aunque sean parte de otras comunidades”.

Al referirse al mensaje que deja este santo, el padre Gabriel fue claro: “San Cayetano fue un gran ejemplo de caridad cristiana. Él decía que adoraba a Jesucristo en la capilla, pero lo servía en cada pobre que sufría”. También remarcó el espíritu de reforma interior que caracterizó su vida: “No se trata de reformar lo que está afuera, sino de empezar por uno mismo. Esa es la verdadera reforma de la Iglesia”.

La emoción y la gratitud estuvieron también en las voces de los fieles que se acercaron. Ariel, uno de ellos, expresó: “Vengo todos los años a agradecer. Soy devoto de San Cayetano y doy fe de que es milagroso. La vida nos golpea, pero también hay que ser agradecido”.

María y Mónica, otras vecinas, se sumaron a la procesión para pedir y agradecer “por las familias, los niños y por todo el departamento”. Marcelo, por su parte, pidió por quienes no tienen trabajo y por la unión de las familias: “Que no haya separación”.

Como cada 7 de agosto, la devoción popular se hizo presente en San Rafael. La figura de San Cayetano sigue siendo faro de esperanza en tiempos difíciles, recordando a cada uno que, además de rezar, también es fundamental actuar: sembrar justicia, crear oportunidades, y vivir con gratitud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba