Hombre de fe inquebrantable y vida íntegra, Eduardo vivió guiado por los valores cristianos que profesaba y transmitía con su ejemplo. Docente por vocación y periodista de amplia trayectoria en Malargüe y en medios provinciales, fue fundador del Diario Digital Ser y Hacer y de la Fundación del mismo nombre.
Su compromiso con la comunidad se manifestó en múltiples espacios: fue miembro activo de la Cámara de Comercio de Malargüe, presidente del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de San Rafael y participó en diversas comisiones directivas de instituciones de la sociedad civil.
Durante algunos años, Eduardo coordinó el trabajo de la Productora San Gabriel, creando y conduciendo algunos programas de canal 21. También dirigió la revista Caminos Diocesanos.
Amante de su tierra, trabajó incansablemente por el bienestar de los vecinos y la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Su partida deja un vacío profundo, pero también el legado de una vida dedicada al servicio, la comunicación y el amor al prójimo.
Desde debuenafedigital.com lo recordamos con gratitud por su entrega, su amistad y su ejemplo de fe viva. Rogamos a Dios que lo reciba en su Reino y brinde consuelo a su familia y seres queridos.
El Instituto Superior Diocesano San José despidió a Eduardo
La comunidad educativa del Instituto Superior Diocesano San José de Malargüe despidió con profundo dolor a quien fuera responsable del Área de Comunicación y docente de la institución.
Con un comunicado oficial emitido este 10 de agosto, el Instituto Superior Diocesano San José anunció el fallecimiento del periodista José Eduardo Araujo, reconocido por su labor incansable y compromiso en la evangelización y humanización de la comunicación.
En el mensaje, la institución lo recordó como “comunicador incansable y destacado”, resaltando su entrega y la huella que dejó en cada uno de los roles que desempeñó dentro de la comunidad educativa y eclesial.
Asimismo, expresaron sus condolencias y acompañamiento a familiares y amistades, elevando oraciones para que encuentren en la Misericordia de Dios el consuelo y la esperanza de la vida eterna.
El comunicado concluye con un sentido mensaje: “Gracias Eduardo por todo, descansa en paz”.
José Eduardo Araujo fue, además, un reconocido colaborador en medios católicos y un hombre de fe inquebrantable, recordado por su cercanía, calidez y vocación de servicio.
