El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, ordenó sacerdote al diácono Emilio Quiroga Ríos, durante una celebración eucarística el sábado 10 de septiembre en la parroquia Nuestra Señor de los Dolores, de la capital mendocina.
“Nos llena de alegría acompañar a Milo en este paso tan significativo para él y para nuestra diócesis, al convertirse en presbítero al servicio del Pueblo de Dios”, expresó el arzobispo mendocino durante el rito de ordenación.
“Luego de estos años madurados en el Seminario y en el vivir y actuar en distintas comunidades parroquiales, Milo pide con conciencia y libertad la sagrada ordenación para integrarse al presbiterio de nuestra Iglesia en Mendoza, para anunciar a Jesucristo y ponerse a su disposición en la animación pastoral de nuestras comunidades”, destacó.
Dirigiéndose al nuevo sacerdote, monseñor Colombo le recordó: “Tu ministerio, querido Milo, se desarrollará como parte de la vida de una comunidad apostólica. Habrá pentas infructuosas y momentos gozosos junto al Señor”.
“En el tiempo del ministerio no te faltarán momentos de desasociego, pero vendrá también muchas horas de fecundidad para poder multiplicar, con tus compañeros de misión, signos de Vida Nueva entre nuestra gente”, agregó.
El arzobispo mendocino insistió en señalarle: “En tu vida y en tu misión repetirás en etapas, y situaciones distintas, dimensiones de discípulos cercano, eficaz, comprensivo y atento; pero también estás llamado a desempeñar el servicio de Pedro: de ejercer la autoridad, con entusiasmo y con decisión para el bien de todos; como un servidor que va al frente, que se equivoca, que está aprendiendo de los errores del camino y que retoma la senda y vuelve a sumergirse en las aguas que el Señor le indica”.
“Serás un discípulo llamado a escuchar las voces de los otros, especialmente de los pobres y excluidos; aquellos que a habitan las periferias existenciales de estos tiempos difíciles”, puntualizó.
Monseñor Colombo compartió con el joven, a modo de pequeño regalo, palabras del Papa en cuanto a la cercanía del sacerdote: “la cercanía de Dios, la cercanía del obispo, de los hermanos sacerdotes y la cercanía del Pueblo de Dios…
El joven sacerdote inició su formación en 2013. Procedente de la parroquia San Pedro y San Pablo, San Martín, e integró a lo largo de estos años la comunidad formativa del Seminario, compartiendo los fines de semana en distintas parroquias de la arquidiócesis (Nuestra Señora del Carmen, de Tunuyán; San Isidro Labrador, de Rivadavia; Nuestra Señora de la Consolata, de Guaymallén).
Tras haber concluido sus estudios en 2021 y servir en la parroquia San Miguel, de Las Heras, en marzo de este año fue ordenado diácono y ahora sacerdote.