Con el corazón lleno de gratitud, la Diócesis del sur mendocino compartió los resultados de la Colecta Anual por los Seminaristas 2025, realizada los días 9 y 10 de agosto. Gracias a la generosidad de la comunidad, se recaudó un total de $12.253.740, fondos que serán destinados a la formación de los futuros sacerdotes.
Un crecimiento en la solidaridad
Desde la organización destacaron que este resultado “es un testimonio palpable de que la comunidad supo cuidar con la oración, en el acompañamiento y en el sostenimiento a lo largo de los años” a los seminaristas.
La evolución de la colecta en los últimos años refleja el compromiso creciente de los fieles:
2022: aproximadamente $2.000.000
2023: aproximadamente $2.500.000
2024: aproximadamente $6.000.000
2025: $12.253.740
Este aumento notable da cuenta de una fe viva y de un apoyo cada vez más firme hacia las vocaciones sacerdotales.
La Diócesis expresó su más sincero agradecimiento a todos los que colaboraron, recordando que el sostenimiento de los seminaristas es una tarea compartida, fundamental para el futuro de la Iglesia.
¿Cómo colaboraron los fieles en 2025?
La participación de la comunidad fue fundamental, y se manifestó a través de diferentes canales de donación:
- Parroquias y Capillas: representaron el 79.4% de la recaudación total. Esto subraya la importancia de la cercanía y el compromiso en nuestras comunidades locales.
- Plataforma LLAMADOS.AR: contribuyó con el 20.6% de los ingresos, demostrando la efectividad de las opciones digitales para aquellos que prefieren apoyar de forma online.
La formación sacerdotal: un compromiso que va más allá de la Colecta Anual
Si bien los resultados de la Colecta Anual 2025 son motivo de gran alegría, es importante recordar que la formación de un sacerdote es un proceso “largo y exigente” que requiere una “gran dedicación y sacrificio”, y también de muchos recursos económicos. La inversión anual total en nuestros seminaristas asciende a $41.880.000. Comparada con la recaudación de la colecta de este año, los $12.253.740 sólo cubren una parte de estos gastos.
Esto significa que, a pesar de su generosidad en la colecta anual, aún hay una brecha significativa en el sostenimiento de nuestros seminaristas. Cada uno de ellos, que en 2025 tienen un costo aproximado de entre $350.000 y $450.000 mensuales, necesita un apoyo constante para continuar su camino de discernimiento y estudios. Como decía el Papa Francisco, “el deber de la limosna es antiguo cuánto la Biblia”, y es una manera concreta de apoyar a estos jóvenes que “han acogido la llamada a convertirse en anunciadores mansos y fuertes de la Palabra que salva”.
¡Tu aporte mensual hace la diferencia!
Por eso, queremos invitarlos a considerar un paso más en su compromiso con el futuro de nuestra Iglesia: la colaboración mensual. Un aporte regular, por pequeño que sea, se convierte en una inversión tangible en la fe y permite a nuestros seminaristas dedicarse plenamente a su formación, sin las preocupaciones económicas.
Su donación mensual asegura que estos nueve jóvenes que actualmente se forman en distintos seminarios de nuestro país puedan culminar su preparación y, en el futuro, servir en las parroquias de nuestra diócesis.
¿Cómo puedes realizar un aporte mensual y continuo?
Hacer una donación mensual es fácil y seguro a través de LLAMADOS.AR:
- Visita nuestra web: llamados.ar
- Puedes elegir la opción de donación mensual o única.
- Puedes realizar una transferencia bancaria usando nuestro CVU: 0000003100043510010334 o el ALIAS: LLAMADOS.AR.MP.
- También puedes escanear el código QR con cualquier billetera virtual para una ayuda única.
Recuerda que “cada aporte, por pequeño que sea, contribuye al sostenimiento de este proyecto y a la formación de futuros sacerdotes”. Si necesitas un recibo oficial para descargar impuestos, contáctanos a contacto@llamados.ar.
Sigamos unidos en oración y compromiso
El Evangelio nos recuerda que “la cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha” (Lc. 10,2). La oración es el pilar fundamental, pero el apoyo económico continuo es igualmente vital.
“Juntos sostenemos el futuro de la Iglesia”. Su generosidad es un puente hacia el mañana de nuestra fe.
¡Gracias de todo corazón por ser parte de esta noble misión!
