Nuestra Iglesia

Francisco y su cercanía a Libano

El Papa rezó en primer lugar por las víctimas y sus familias, pensando en las docenas de muertos y miles de heridos. Luego extendió su mirada a todo el país, lanzando un llamamiento a todos los componentes sociales, políticos y religiosos para que trabajen juntos a fin de que el Líbano pueda superar esta crisis:

Ayer en Beirut, en la zona portuaria, enormes explosiones causaron docenas de muertos y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Rezamos por las víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa.

La atención de Francisco por el Libano

En varias ocasiones el Papa ha dirigido sus pensamientos al Líbano, que lucha contra una difícil crisis económica y social, agravada por la pandemia de Covid-19. El pasado mes de mayo, en particular, decidió enviar 200.000 dólares a la Nunciatura Apostólica de Harissa para apoyar 400 becas en el país de Oriente Medio, afectado por “una grave crisis que está generando sufrimiento, pobreza y que corre el riesgo de ‘robar la esperanza’ especialmente a las generaciones más jóvenes, que ven su presente como fatigoso y su futuro incierto”.

El Papa – se lee en la nota de mayo pasado – “con paternal solicitud” ha seguido en los últimos meses la situación en el amado Líbano, definido por San Juan Pablo II como “País del Mensaje”, lugar donde Benedicto XVI promulgó la Exhortación Postsinodal Ecclesia en el Medio Oriente, y siempre ha sido un ejemplo de la coexistencia y hermandad que el Documento para la Hermandad Humana ha querido ofrecer al mundo entero.

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