Nuestra Iglesia

El Papa a los seminaristas: recorran un camino de amor y devoción hacia el sacerdocio

La vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica, son los cuatro aspectos clave que destacó Francisco para la formación de los seminaristas.

El Papa Francisco recibió este sábado a la comunidad del seminario Nuestra Señora de los Apóstoles de Getafe. Acompañado por el obispo diocesano monseñor Ginés García Beltrán, el obispo auxiliar monseñor José María Avendaño, así como por el rector y formadores, el grupo visitó las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma.

La visita se enmarca en la celebración del 30 aniversario de la fundación del seminario y sirve como preparación espiritual para el próximo Año Santo 2025.

En su discurso, el Papa recordó a los seminaristas las palabras de San Juan María Vianney, patrón del clero: «Si comprendiéramos bien lo que es un sacerdote en la tierra, moriríamos: no de miedo, sino de amor». Francisco enfatizó que los seminaristas han recibido un llamado de amor y se están preparando para recibir el don del sacerdocio. Este camino requiere completa devoción a Dios y a la comunidad.

El Papa destacó cuatro aspectos clave que son importantes para la formación de los seminaristas: la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica. Destacó la importancia de equilibrar estos aspectos para ser un sacerdote con integridad y generosidad. Asimismo, ha explicado que «el Señor, y la Iglesia, esperan que los sacerdotes sean, ante todo, hombres íntegros y generosos en la respuesta a la vocación recibida, siempre disponibles para la escucha y el perdón, decididos a vivir hasta el tope su entrega total a Dios y a los hermanos, con especial predilección por los que más sufren, por los pobres y los descartados».

Al final de su discurso, el Santo Padre se refirió a la especial importancia de la ubicación del seminario en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península Ibérica. Allí encontrarás el monumento al Sagrado Corazón y la ermita de la patrona de Getafe, Nuestra Señora de los Ángeles. El Papa oró para que Jesucristo siga siendo el centro de la vida de los seminaristas y que estén siempre cerca de su corazón. Les agradeció calurosamente su visita y les deseó todo lo mejor para su futuro viaje.

Francisco ha obsequiado a todos los asistentes con un rosario y la exhortación Gaudete et exultate. Además de decirles que la alegría y el buen humor son importante para poder celebrar otros 30 años.

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