Tras haber iniciado la semana pasada un nuevo ciclo de catequesis sobre el tema de la oración, Francisco ofreció su segunda reflexión en que se refirió a la oración del cristiano: “Rezar no es algo externo ni marginal a nosotros, sino que es el misterio más íntimo de nosotros mismos, que nace como una invocación en lo profundo de nuestra persona y se extiende, buscando un ‘Tú’, que es Dios”, dijo el Santo Padre.
“La oración nos pertenece a todos, a los hombres de todas las religiones, y probablemente también a los que no profesan ninguna”, afirmó. “La oración, surge en el secreto de nosotros mismos, en ese lugar interior que los autores espirituales a menudo llaman el ‘corazón’”.
Por otra parte, el Santo Padre afirmó que la oración del cristiano “surge de la revelación de ese ‘Tú’, con mayúscula, que se ha manifestado y ha venido a nuestro encuentro, dándonos confianza y revelándonos a Dios como un Padre bueno, que nos ama y nos comprende, que no nos considera siervos, sino amigos e hijos suyos”.
El Papa concluyó recordando que en la oración del Padre Nuestro, “Jesús nos enseñó a pedir a Dios todo lo que necesitamos. No importa si nos sentimos culpables en nuestra relación con Él, si no hemos sido amigos fieles, ni hijos agradecidos; Dios continúa amándonos, porque Él siempre es fiel”.