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Ayuno en Cuaresma, en tiempos de pandemia

La Iglesia Católica está transitando el Tiempo de Cuaresma, y nadie puede negar que estamos ante una Cuaresma única, ¿quién se imaginó vivirla en cuarentena? Es más, ambas (cuaresma y cuarentena) tienen mucho de similar, y ahora que las estamos viviendo juntas, las debemos aprovechar.

Este tiempo en que debemos estar en casa, es beneficioso para vivir este tiempo de preparación para la Pascua, puesto que, entre otras cosas, nos posibilita espacios de oración, de lectura de la Palabra de Dios, como así también para vivir desde el hogar las celebraciones litúrgicas que se transmiten por las redes sociales.

Pero claro, a la vez estamos viviendo a nivel mundial una pandemia que le ha costado la vida a miles de personas. Las noticias nos anuncian estadísticas alarmantes. Y es lógico que nos veamos afectados por esto. Sin embargo, tanta noticia no nos hace bien, puesto que va infestando nuestra mente y corazón con sentimientos y sensaciones que como el virus, deterioran nuestra vida.

Por eso te proponemos, que en este tiempo de Cuaresma y Cuarentena, hagamos este particular ayuno.

  • Ayuno de miedo
    Este sentimiento no viene de Dios, nos paraliza y puede hacernos mucho daño, robándonos la paz. Nos desanima y hace ver peligro en todo. En cambio la Fe nos anima, nos da la certeza de que Dios tiene poder sobre todo.
  • Ayuno de angustia
    Este sentimiento me genera intranquilidad e inquietud. Hace que la tristeza habite en mi corazón y genere desconsuelo, nublando mi manera de ver las cosas. La angustia repercute en nuestro cuerpo, con ese “nudo en la garganta”, o en el estómago. El mejor antídoto es la oración.
  • Ayuno de desesperanza
    Nos llena de incertidumbre, generando en nosotros sentimientos de inseguridad, incluso llevándonos a dudar de las certezas de nuestra fe. Cuando la desesperanza mira por nosotros dejamos de ver la acción de la Divina Providencia de Dios.
  • Ayuno de pesimismo
    Es una de las tentaciones en la que podemos caer más fácilmente en este tiempo, por la cual tendemos a ver y juzgar las cosas en su aspecto más negativo y desfavorable. Nos hace usar unos lentes oscuros que no nos deja ver la realidad tal cual es. Como cristianos tenemos que obrar distinto, llevando a los demás palabras de bendición y esperanza.
  • Ayuno de fatalismo
    Cuando vemos las estadísticas que nos presentan los noticieros, es casi inevitable pensar que será imposible detener esto, pero eso no es verdad. Lamentablemente, esa estadística “vende más” que los miles de sanados, que verdaderamente son muchos de miles más. Y Dios hoy está obrando, está escuchando nuestras oraciones.

La cuaresma, y especialmente ésta en cuarentena, es un tiempo para tomar conciencia de nuestros virus, para poder combatirlos con la ayuda de Dios. Para que así, con nuestros virus o ya sin ellos, busquemos a Dios con todo nuestro corazón, para servirlo con toda nuestra vida. Nos está llamando a confiar en su Providencia, en su plan para nuestra vida y para nuestro mundo. ¡No lo desaprovechemos!

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