La fe nos ayuda a ver que todo cuanto tenemos y cuanto esperamos, es siempre un don de Dios. El no solo nos crea y crea el mundo, sino que siempre está creándonos a nosotros y a todas las cosas, ya que sin su voluntad, todo volvería a la nada.
Por eso necesitamos pedir con humildad y perseverancia. Dios conoce nuestras necesidades, sin que se lo digamos. Nosotros necesitamos pedir con perseverancia, para perfeccionar nuestra fe al pedir.
“Ora y trabaja”, explica San Benito, ya que la fe nos enseña que no es coherente orar sin trabajar, ni trabajar sin orar. Con ambas cosas a la vez, se va tejiendo bien nuestra vida y nuestro testimonio se vuelve creíble al mundo y agradable a Dios.