El anuncio de la venida del Papa Francisco al país de Chile, en 2018, tocó el corazón de la fundación Canto Católico, fue así como surgió la idea de grabar esta canción, la cual está basada en la universalmente conocida Oración Simple de San Francisco de Asís, bella composición que transmite el espíritu franciscano escogido por el Papa Francisco para su pontificado.
El arreglo musical
Busca poner al oyente en contacto con la trascendencia de Dios. Para eso, en la introducción y en el final de la canción utiliza acordes que mantienen la misma fundamental, creando un efecto de pedal que mueve al alma hacia lo eterno, en contraste con lo temporal. Posteriormente, la canción es presentada de modo sencillo y transparente, sin maquillajes. El mensaje de San Francisco brota en el registro femenino, pasando luego al masculino, y desembocando finalmente en un coro homofónico que recita vibrante, pero con templanza, las palabras: “Oh Maestro, que no me empeñe tanto… en ser amado sino en amar”.
Luego de eso, la canción toma aires latinoamericanos. La presencia de Dios en su pueblo es uno de los rasgos más característicos de la predicación del Papa Francisco. Esta presencia se hace patente en la expresión artística del pueblo y sus raíces prehispánicas, expresión que en este caso consiste en un ritmo de inspiración andina, acompañado de charango, bombo y flautas haciendo figuras propias de las quenas. Esta fusión musical es un reflejo de la identidad del propio Papa Francisco, quien encarna el carisma franciscano vivido, actualizado y enraizado en Latinoamérica.
La canción termina su itinerario desembocando en los acordes de pedal con los cuales comenzó la grabación. Sobre ellos, se construye una arquitectura polifónica que tiene por pilares cada una de las sílabas con las cuales comienza la Oración de San Francisco: “Hazme instrumento de tu paz”. Es el mundo que clama por la paz en tantos países de la Tierra. Es el anhelo profundo de San Francisco de Asís, quien venció las disputas de su tiempo con un corazón manso y humilde, como el de Cristo. Es el anhelo del corazón humano por la profecía de Isaías: “de las espadas forjarán arados” (Is 2, 4), que encuentra respuesta plena en las palabras de Jesucristo escogidas por el Papa como lema para su visita a Chile: “Mi paz les doy” (Jn 14, 27).
Oración Simple | San Francisco de Asís
Hazme instrumento de tu paz,
que donde haya odio ponga yo amor,
donde hay ofensa ponga yo perdón,
donde hay discordia ponga yo unión.
Donde haya duda ponga yo la fe,
donde haya error ponga yo verdad,
donde hay tristeza ponga yo alegría,
donde hay tinieblas ponga yo la luz.
Oh Maestro, que no me empeñe tanto
en ser consolado sino en consolar,
en ser comprendido sino en comprender,
en ser amado sino en amar.
Hazme instrumento de tu paz,
porque dando siempre se recibe,
perdonando se alcanza el perdón,
muriendo se va a la vida eterna.
Oh Maestro, que no me empeñe tanto
en ser consolado sino en consolar,
en ser comprendido sino en comprender,
en ser amado sino en amar.
Hazme instrumento de tu paz,
porque dando siempre se recibe,
perdonando se alcanza el perdón,
muriendo se va a la vida eterna.