San Francisco de Sales: paciencia, dulzura y verdad
Patrono de los periodistas y escritores, San Francisco de Sales fue un comunicador incansable. En tiempos de la Reforma protestante, cuando la palabra escrita era campo de batalla, él respondió con serenidad, escribiendo panfletos y cartas que dejaba en puertas y plazas. Lo hacía sin gritar ni condenar, con paciencia y una fe que desarmaba corazones.
Elegido como patrono por su estilo claro, empático y profundamente humano, su legado es un llamado a escribir no solo con la cabeza, sino también con el corazón.
San Pablo: la voz que no se apaga
Aunque no siempre se lo mencione como “patrono oficial”, San Pablo es uno de los primeros grandes comunicadores de la fe. A través de sus cartas —que hoy son parte esencial del Nuevo Testamento— tejió redes de comunidades, sostuvo a los creyentes y dio forma al mensaje cristiano para todos los tiempos.
Pablo entendió que comunicar no era solo transmitir datos, sino formar vínculos, animar, corregir y, sobre todo, anunciar la Buena Noticia con valentía.
San Maximiliano Kolbe: comunicar esperanza en medio del horror
Franciscano conventual, mártir de la caridad y también comunicador valiente, San Maximiliano Kolbe usó los medios —revistas, periódicos, hasta una emisora de radio— para evangelizar y defender la verdad en tiempos oscuros. Fundó la revista Caballeros de la Inmaculada, que llegó a tener un tiraje masivo, difundiendo mensajes de fe y esperanza en medio del caos del siglo XX.
Incluso en el campo de concentración de Auschwitz, donde entregó su vida por otro prisionero, Kolbe siguió comunicando con gestos, con su entrega silenciosa, con un amor que hablaba más fuerte que cualquier discurso. Por eso también es considerado patrono de los comunicadores, especialmente en tiempos de persecución y mentira.
Santa Clara de Asís: ver con el corazón a la distancia
Quizás sorprenda saber que Santa Clara de Asís es la patrona de la televisión. ¿Por qué? Porque en la noche de Navidad, estando enferma y sin poder asistir a la misa, el Señor le concedió una visión milagrosa: pudo ver y oír toda la celebración desde su lecho. Aquella experiencia de comunión a la distancia inspiró a que, siglos después, se la declarara patrona de los medios audiovisuales.
Clara, que vivió en silencio y pobreza, nos recuerda que la verdadera comunicación no necesita gritos ni pantallas, sino sintonía del alma. En tiempos de transmisiones en vivo y pantallas omnipresentes, su vida es una invitación a mirar con profundidad y a conectar desde lo esencial.
Beato Santiago Alberione: evangelizar con los medios
Fundador de la Familia Paulina, el Beato Alberione soñó con poner la prensa, el cine, la radio y la televisión al servicio del Evangelio. “Llevar Cristo al mundo con los medios de comunicación” fue su lema, mucho antes de que internet transformara todo.
Su figura inspira hoy a comunicadores católicos a no temerle a los nuevos lenguajes, pero tampoco a olvidarse de que detrás de cada pantalla hay un alma que busca sentido.
Beato Carlo Acutis: influencer del cielo
“Internet no es malo, depende del uso que se le dé”, decía Carlo Acutis, un adolescente como cualquier otro, pero con una pasión inusual: usar la tecnología para evangelizar. Con apenas 15 años, creó un sitio web sobre milagros eucarísticos que todavía hoy sigue online, y se convirtió en una especie de “influencer de Dios”, con una mirada limpia, fresca y profundamente conectada con lo esencial.
Beatificado en 2020, muchos lo consideran patrono de los nativos digitales, los que buscan dar testimonio en redes, en blogs, en podcasts o en videos breves que viajan por todo el mundo. Carlo demuestra que no hay edad ni medio que impida hablar de Cristo si el corazón está encendido.
Su vida nos anima a recordar que los algoritmos pueden usarse para sembrar belleza, y que detrás de cada “click” puede haber un encuentro con lo eterno.
Francisco a los periodistas: “No tengan miedo de incomodar”
En distintas oportunidades, el Papa Francisco dirigió palabras llenas de sabiduría y desafió a los periodistas y comunicadores. En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, solía dejar huellas profundas. Algunas frases que resuenan hoy más que nunca:
“Que la comunicación no sea propaganda, sino búsqueda de la verdad.”
“Contar la verdad con caridad, sin herir, pero sin ocultar.”
“No tengan miedo de incomodar, si es en nombre de la justicia.”
“Necesitamos periodistas valientes, que vayan donde otros no van, que escuchen el grito de los más débiles.”
Francisco también invitó a practicar el “apostolado de la escucha”, recordando que muchas veces el periodismo más valiente es el que se atreve a callar para oír.
Un llamado en clave de fe
En este 7 de junio, celebramos a quienes hacen del periodismo una vocación, no solo una profesión. Que la intercesión de San Francisco de Sales, San Pablo, San Maximiliano Kolbe, Santa Clara de Asís, el Beato Alberione y el Beato Carlo Acutis, acompañen a todos los comunicadores en su búsqueda incansable de la verdad.
Y que nunca falte esa chispa de Evangelio que da sentido a la palabra escrita, hablada, filmada o compartida. Porque comunicar también es amar.
