Ambiente tenso en Argentina, donde está en marcha la campaña electoral para las elecciones parlamentarias del próximo otoño. La presentación de propuestas por parte de los candidatos se está desarrollando, de hecho, con tonos bastante acalorados, hasta el punto de que el presidente de la Conferencia Episcopal Nacional (CEN), monseñor Óscar Vicente Ojea, ha lamentado “el tono beligerante que se está viviendo en el país, que compromete la posibilidad de una decisión razonable y serena”.
“Ha comenzado la campaña electoral y hemos escuchado insultos y denigraciones: una especie de guerra para aniquilar al otro lo antes posible, con una fuerte falta de atención a los problemas reales de la gente”.
Pensar en el futuro con esperanza
De ahí el llamamiento de Monseñor Ojea “a pensar en el futuro y a pensar con esperanza, con sensatez y sin dejarse llevar totalmente por las emociones”, porque “frente a tantas formas de política mezquina, hay que recordar que la grandeza política se demuestra cuando, en los momentos difíciles, se actúa según grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo”. Por desgracia, lamentó el prelado, “al poder político le resulta muy difícil asumir este deber en un proyecto nacional y más aún en un proyecto común para la humanidad presente y futura”.
Sin embargo -añadió Ojea- “pensar en las próximas generaciones no tiene fines electorales, sino que es lo que exige la verdadera justicia”.
Buscar una amistad social
A continuación, el presidente de la CEA destacó “la gran responsabilidad” que tienen los políticos de hoy con los argentinos de mañana, subrayando que “reconocer a cada ser humano como hermano y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías, sino que requieren la determinación y la capacidad de encontrar caminos eficaces para hacerlas realmente posibles”.
“No podemos afrontar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que sólo convierten a los pobres en seres domesticados e inofensivos”.
“¡Qué triste es que se utilicen obras supuestamente altruistas para reducir al otro a la pasividad! Lo que se necesita, en cambio, es que haya diferentes canales de expresión y participación social”, puntualizó.
“Deseo que todos unidos puedan mirar las necesidades reales de nuestro pueblo, para poder reflexionar sobre las propuestas electorales que se presentan, para poder decidir sin dejarnos influir por los insultos que continuamente se lanzan de un lado a otro y que nos impiden razonar”.
Por último, ante el difícil contexto provocado por la pandemia del Covid-19, que en Argentina ha provocado hasta la fecha 5 millones de contagios y 107.000 muertes, Mons. Ojea concluyó su homilía pidiendo al Señor que “alimente la esperanza” de toda la población, porque “Cristo es el pan de vida”.
Fuente: Vatican News
