El mensaje del Pontífice se centró precisamente, en este último concepto, el de la amistad social: un tema que, tal como él mismo dijo, le “preocupa”. Y le preocupa “porque por el pecado, por las tendencias, vamos siempre a la enemistad, a la guerra, y nos olvidamos que nuestra vocación es la de la armonía, de la fraternidad, es ser hermanos”.
El Santo Padre invitó a “mirar” cómo está el mundo: “guerras por todos lados. Estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial a pedacitos”. “Eso no es amistad social”. Miremos – continuó – muchos países donde no se sabe dialogar, se grita. “Antes que la otra persona termine de decir su pensamiento ya le estamos contestando sin haber escuchado”.
No puede haber amistad social sin escuchar, sin escuchar al otro. Y para escuchar al otro tiene que haber en mi corazón la presunción de que el otro tiene algo bueno para decirme”.
Dos grandes enemigos de la amistad social
El Sumo Pontífice señaló dos “grandes enemigos” de la amistad social, a saber, las ideologías y las pasiones.
“Las ideologías capitanean todo, tienden a capitanear y logran desarmar lo concreto de la naturaleza humana. Mientras que la pasiones tantas veces buscan eliminar al otro. La pasión no deja que el otro ocupe su lugar”.
Ideologías y pasiones en todo el mundo van contra la amistad social. Es verdad que hay núcleos de amistad social buenos en el mundo. Pero también es verdad que hay tanta, tanta, enemistad social.
Si hay amistad social, todo es pleno
Francisco invitó también a “mirar” ciertas periferias: “Miremos los niños sin escuela, la gente con hambre, la gente que no tiene atención sanitaria, la inmensa cantidad de gente que no tiene agua corriente, gente que no tiene acceso a lo mínimo para vivir dignamente”. Según el Papa Francisco, esos “son los signos de que en el mundo no existe la amistad social hoy día”. Por ese motivo invitó a preguntarse, si cerca nuestro, “en los lugares cercanos a donde vivimos, a donde trabajamos” hay “amistad social”.
“Si hay amistad social no debe haber ni guerras ni necesidades de ningún tipo, ni educación que no funcione bien. Pues debe ser todo pleno”.
“Por los efectos nos vamos a dar cuenta si hay amistad social”
Antes de pedirles a todos que en esta 23ª Jornada de Pastoral Social pongan lo mejor de sí mismos, y de animarlos a reflexionar “con los pies en la tierra, con datos concretos”, el Papa quiso volver a subrayar los dos grandes enemigos de la amistad social, invitando a recordarlos:
Las ideologías que quieren empadronarse de la vivencia de un pueblo, y las pasiones, que siempre son como una aplanadora, que va adelante y destruye en vez de dialogar.
