Un gran llamado a la unidad y a la reconciliación hizo Monseñor Carlos María Domínguez en su primera visita pastoral. Lo hizo en el departamento de General Alvear, este pasado jueves 17 de febrero. A solo una semana de llegar a la diócesis, dejando entrever su compromiso con el sur mendocino y su afán por conocer el nuevo territorio y el rebaño que debe guiar.
La agenda de la visita al departamento del sureste consistió en varias reuniones. Por la mañana visitó el Centro Pastoral Antonia María Verna y se reunió con las religiosas del Decanato.
A las 11 h Mons. Domínguez se encontró con directivos y el Representante Legal del Instituto San Antonio, luego de realizar una recorrida por la institución.
Lo mismo realizó en el Colegio Santo Tomás Moro, otra institución educativa de la diócesis que se ubica al sur de la ciudad de General Alvear.
Por la tarde, el Administrador Apostólico tuvo su última reunión y fue con el clero del Decanato de General Alvear y alrededores.
A las 20 h y cerrando su visita pastoral, Mons. Domínguez presidió la Santa Misa en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. En la misma, la autoridad eclesial máxima del sur mendocino invitó a ser verdaderos discípulos de Jesús. “El discípulo tiene que poner sus pies en las huellas del Maestro. Él es el camino. Él discípulo no hace el camino, pero muchas veces caemos en la arrogancia de decirle a Dios lo que tiene que hacer”, expresó y agregó: “Es ahí cuando abandonamos el rol de discípulo para ponernos como maestros y cuando nos desubicamos. Ser discípulos ni siquiera es ponerse a la misma par de Jesús, por supuesto mucho menos adelante, siempre atrás. Esa es la esencia del discípulo, el seguimiento”.
Al finalizar la Santa Misa, Monseñor Domínguez saludó a los presentes y luego compartió un ágape con el Consejo Pastoral de la parroquia Sagrado Corazón.
