En el escrito señalan: “nos hacemos eco de lo dicho por Nuestros Pastores de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, acompañando a Monseñor Eduardo María Taussig, que cumpliendo con las precisas indicaciones del Santo Padre Francisco y directivas de la Congregación para el Clero, de manera obediente y respetuosa de la Comunión con la Iglesia Universal y el bien eclesial, ha debido hacer efectivo el cierre del Seminario Diocesano, medida que nos duele y acongoja, a quienes tantos bienes y dones recibimos desde esa casa de Formación Sacerdotal”.
Nota completa
“TU ERES PEDRO Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA…” (Mt. 16, 13:20)
“Papa” quiere decir “Padre de los Padres” y por esa razón se le ha llamado así al Obispo de Roma. En la Iglesia, sólo existen tres grados en la Jerarquía ministerial: Diácono, Presbítero y Obispo. El Papa es Obispo de la Ciudad de Roma, donde nuestra Iglesia Católica tiene su sede principal y donde habita el sucesor de Pedro, a quién deben estar sujetas todas las demás iglesias, permaneciendo así bajo la autoridad y en comunión con el Obispo de Roma, ya que Dios es un Dios de orden.
En San Rafael, Nuestra Iglesia Local, está sufriendo una crisis muy dolorosa, en la que algunas personas, que dicen ser católicas y se hacen dueñas de la verdad revelada, cuestionan, no solo la Autoridad del Señor Obispo, si no la del mismo Papa, utilizando a niños y a personas de buen corazón y sinceras, para sus intereses de constituirse en los rectores de esa Santa Iglesia, que es la que nos debe cobijar a todos.
Por ello esta Comisión de Pastoral Social, y sus hermanos de la región de Cuyo, nos hacemos eco de lo dicho por Nuestros Pastores de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, acompañando a Monseñor Eduardo María Taussig, que cumpliendo con las precisas indicaciones del Santo Padre Francisco y directivas de la Congregación para el Clero, de manera obediente y respetuosa de la Comunión con la Iglesia Universal y el bien eclesial, ha debido hacer efectivo el cierre del Seminario Diocesano, medida que nos duele y acongoja, a quienes tantos bienes y dones recibimos desde esa casa de Formación Sacerdotal.
La violencia que estas personas han mostrado con sus arteros actos, seguramente guiados por el mal espíritu, no dañarán la Barca que guían Pedro, y sus Pastores, por ello les rogamos humildemente, regresen al rebaño, que Dios los acogerá como al Hijo Prodigo. Serán bienvenidos, y nuestro buen Obispo Eduardo María, con su abierto corazón, los recibirá en la fiesta del perdón. Y nosotros, el rebaño, nos uniremos, para festejar vuestro retorno a la paz en la Iglesia, anticipo del Cielo en la Tierra.
Estamos a su lado Monseñor, como instrumento de la voluntad Divina, y por el Ministerio que lo inviste, y en la sagrada obediencia, le aseguramos nuestras oraciones a la Santísima Virgen para que lo fortalezca, y siga en la fidelidad que Dios le ha pedido.
