La alegría se respiraba en cada paso al caminar por las instalaciones del Colegio Sagrada Familia de Nazareth: autoridades, docentes, alumnos y padres acompañaron el festejo de los primeros diez años de la institución.
Pasadas las 9:30 se realizó el acto oficial, en el cual estuvo presente el Administrador Apostólico Fr. Carlos Maria Domínguez; el rector del colegio, Pbro. Nicolás Ortíz; el rector del Instituto San Antonio de General Alvear, Horacio Valdivia, entre otras autoridades.
También se hicieron presentes alumnos de otras escuelas de la zona, quienes portaban orgullosamente la bandera, acompañando la celebración.
“Hoy nos alegramos especialmente por estos 10 años ‘entre espinas y rosas’ como dice San Juan Bosco, pero hoy queremos hablar de las rosas. ¡Cuántas gracias que uno ha visto y realmente la providencia de Dios!. Gracias materiales y espirituales: bautismos, comuniones, confirmaciones y casamientos”, dijo el Pbro. Nicolás Ortíz, quien también agradeció a la Fundación Populorum Progressio por haber hecho posible la construcción del colegio. “Gracias al Santo Padre. Toda la construcción ha sido por la Fundación Populorum Progressio. En su tiempo también al Papa Benedicto XVI y hoy el Papa Francisco, que aprobaron el proyecto de donación de casi 70 mil dólares que el colegio recibió. Cuántas veces se habla mal y critica al Papa sobre qué hace con la plata y aquí vemos el dinero en obras”.
“Gracias a tantos docentes, supervisores, profesores y celadores. Que esta pequeña obra que es el colegio, pero grande para Dios, siga dando sus frutos espirituales, sus frutos en cultura, valores y virtudes cristianas”, concluyó el rector de la institución.
Por su parte, el Administrador Apostólico, Fray Carlos María Domínguez le agradeció a todas las personas “que durante 10 años han tenido que ver con la construcción, fundación, y el llevar adelante esta institución educativa”. “Cuando se escriba en la historia– dijo Monseñor- serán solamente nombres, pero todos sabemos que son vidas entregadas, momento compartidos, preocupaciones resueltas, obstáculos superados, montón de situaciones que en el corazón de Dios estarán siempre presentes, aunque no los describa la historia”.
Monseñor también agradeció a los que entregan su compromiso diario con el Colegio. “Quiero agradecer a todos los que forman parte de esta institución educativa que tiene como particularidad ser una plataforma de evangelización. A los docentes especialmente, en esta tarea maravillosa de educar a los niños. Uno piensa que educar a veces se considera al alumno como una botella vacía donde tienen que meterle contenidos, cuando educar es lo contrario. Cada alumno es una botella que tiene un genio adentro. Lo que tiene que hacer el docente es destapar la botella para que ese genio salga y pueda desplegarse en toda su potencialidad”, concluyó Monseñor Dominguez dando la bendición a todos los presentes.
El acto finalizó con una parte artística a cargo de alumnos, padres y la Banda Municipal de Música.
