Muchas personas participaron este Sábado Santo de la Santa Misa de la Vigilia Pascual presidida por Mons. Fray Carlos María Domínguez en la Catedral San Rafael Arcángel.
En la homilía, el obispo diocesano comenzó refiriéndose al Evangelio de este día. “María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. Podríamos decir con esta explicación que era un camino hacia la muerte, pero cuando tienen el encuentro con el ángel y después con Jesús, inmediatamente el camino de la muerte se transforma en otro camino que lleva al anuncio de la vida”, dijo Monseñor.
“Yo no sé si ustedes se dieron cuenta, pero este evangelio es muy consolador, no solamente porque anuncia la resurrección de Jesús sino porque Jesús vuelve a dar una segunda llamada, una y otra oportunidad a los discípulos. Jesús nos vuelve a dar otra oportunidad a nosotros”, explicó el obispo.
“Después de la resurrección, Jesús vuelve a llamar a esos 12 que huyeron en el Getsemaní. Ya está, ahora hay vida nueva <<vengan a Galilea, que allí me van a ver>>. El Señor los vuelve a llamar y esta noche a cada uno de nosotros, el Señor nos vuelve a llamar con esta consigna”, aseguró Monseñor.
“La única manera de encontrarse con Jesús resucitado es volver a Galilea. Y qué significa entonces para nuestras vidas volver a Galilea? Básicamente, dos cosas. La primera es salir del cenáculo, en donde estaban los apóstoles encerrados por temor a los judíos. Es dejar el anonimato y salir hacia aquellos lugares donde les hace falta que escuchen, que les llegue, que se enteren de la resurrección de Jesús. Eso es ir a Galilea”, explicó.
“El futuro hoy lo tenemos asegurado porque la muerte no ha tenido la última palabra, porque estamos llamados a la vida y a la vida en abundancia que vino a traernos Jesús. La tumba está vacía, el Maestro está vivo y nos invita a que vayamos a Galilea, al encuentro de ese primer amor, a que salgamos y sin temor, vayamos a anunciar a otros lo que Jesús hizo en nuestras propias vidas”.
“Este evangelio de la resurrección es muy consolador, porque también nosotros le hemos fallado a Jesús y hoy Él nos vuelve a llamar. Hoy es una invitación a la vida, una invitación a la alegría y una invitación a la esperanza”.
“Hermanos, cambiemos de camino. Dejemos el camino hacia la muerte y emprendamos el camino hacia la vida, volvamos a Galilea que allí nos espera el Señor. Y cuando nos encontremos con Él, salgamos corriendo, como hicieron estas mujeres, a anunciar a otros que resucitó de veras el amor y la esperanza. <<La tumba está vacía, el Maestro está vivo>>. Felices Pascuas. Hagamos Pascua”, concluyó.
